Sarkozy cuadra el círculo
El plan del presidente francés solo tendrá éxito si Grecia aprueba los ajustes
Actualizado: GuardarEl Gobierno de Sarkozy alcanzó ayer un acuerdo con el sistema financiero de su país para que los bancos del sector privado participen en el segundo rescate de Grecia con una reestructuración parcial de su deuda. De momento, este acuerdo se refiere tan sólo a las entidades francesas, las más expuestas junto a las alemanas a la deuda griega, y consistiría en reinvertir el 70% del capital en bonos griegos que actualmente poseen en nuevos títulos de deuda a 30 años. De este modo, el presidente francés parece haber logrado la cuadratura del círculo con su plan: la Unión Europea, y Alemania en particular, deseaba que la banca corriese con parte del segundo rescate a Grecia -unos 110.000 millones de euros- para aliviar la carga de los contribuyentes, pero el BCE temía que si ello se imponía a los bancos, los mercados interpretaran la situación como un 'default' (impago) del Estado griego, con un efecto catastrófico de pánico semejante al causado por el hundimiento de Lehman Brothers. Evidentemente, esta solución solo será operativa si Grecia consigue hoy sacar adelante el plan de ajuste y privatizaciones que Papandreu ha comprometido ante la comunidad internacional. Es de temer en todo caso que, aunque el ajuste salga adelante y el Estado griego consiga unas dosis de oxígeno, el prometido referéndum que ha prometido el PASOK resulte un fiasco en toda regla. Ésta es sin duda la causa principal de que la prima de riesgo de la deuda de los demás países periféricos, España entre ellos, se mantenga elevadísima, en las proximidades de los 300 puntos. En el fondo, la coyuntura es endemoniada: la mayoría de los especialistas consideran que Grecia no está en condiciones de corresponder a los dos gigantescos ajustes sin una reestructuración de deuda que suponga una quita importante de la mayor parte del capital adeudado. Y la UE se resiste a esta solución drástica porque la suspensión de pagos podría representar un gravísimo quebranto para el euro. Habrá que ver, en fin, si puede eludirse la solución más traumática pero quizá más realista, que sería la salida temporal de Grecia de la Eurozona o la asunción comunitaria de la gran deuda helena sustituyendo los depauperados bonos griegos por eurobonos avalados por Bruselas.