EL MERCADO
Actualizado: GuardarLlegados a esta época del verano, cuando acaba de arrancar como quien dice la época estival, hay una palabra que sale siempre en boca de todos los que nos dedicamos a este mundillo futbolísitico; el mercado. El mercado es ese ente que ni tan siquiera los que se dedican prácticamente a eso. Representantes y directores deportivos se pierden dentro de una jungla de jugadores que están locos por hacerse con un nuevo contrato que palie la mala situación económica que vive el país.
De ahí que el mercado se ponga cada año más loco, más complicado. Deja a los directores deportivos sin dormir, y a los representantes con una gran cuenta en la operadora de telefonía móvil. Este año la situación se ha vuelto aún más extraña. Esa Segunda División con sueldos desorbitados, casi de Primera, con jugadores con nóminas de seis cifras (bastantes elevadas, por cierto) y entrenadores que cobraban como en un equipo de Primera de Francia, ha dicho adiós. Ha desaparecido y ha sido gracias a la Ley Concursal, que ha limitado tanto a los clubes que se han sometido a ella como a aquellos que la temen como el futbolista a una lesión. Una herramienta útil para las empresas deportivas, pero también para las carteras de sus dueños. Y es que, afortunadamente, en los dos últimos años el Xerez apenas sabe lo que es eso de una cesión.
Esta pasada temporada tuvo tres (Gioda, Héctor Font y Nieto), mientras que en la actual parece que llegarían dos o tres, dependiendo, una vez más, del mercado. Es por eso que el Xerez pueda tener el privilegio de poseer una plantilla con 18 activos, muy vitales para un club en decadencia económica, pero con las posibilidades de meter mano en un mercado que años atrás era prohibitivo para cualquier equipo que soñara con hacerse grande en Segunda.