La primera derrota de Marín

La primera en la frente. El Pleno de Organización celebrado ayer por la Corporación dejó claro que la legislatura que apenas comienza no va a ser nada fácil para el nuevo gobierno local del PP.

La polémica llegaba en el punto décimo de una sesión que normalmente es de trámite, que hacía referencia a la organización del nuevo equipo de gobierno, su propuesta de concejales liberados y su asignación. La propuesta de los populares era liberar a sus 11 ediles electos (dos al 75% del tiempo), pero la mayoría de votos que suman los tres partidos de oposición, es decir, los diez concejales del PSOE, los dos de IU y los otros dos del Partido Vecinal Regionalista, servían para rechazar la aprobación del punto.

En una primera intervención, el portavoz del PP, Andrés Núñez, recordó el ahorro de dinero público que a su juicio supone su propuesta, que rondaría los 350.000 euros anuales, ya que cuenta con una reducción de los cargos de confianza.

Tras los posicionamientos contrarios de los portavoces, el PP solicitó un receso de veinte minutos en la sesión para tratar de cerrar un acuerdo. Pero los portavoces de los grupos con representación municipal no se entendieron.

Toda la oposición considera innecesaria la liberación de algunos de los concejales del PP, cuyas delegaciones «no son de trabajo a tiempo completo». La propuesta que PSOE, IU y PVRE fue la de liberar solo a 9 de los 11 concejales en el gobierno. Así las cosas, el alcalde Ernesto Marín reaccionó rápido e hizo una propuesta diferente.

El alcalde ofreció que el dinero que se destina a pagar esos nueve concejales se repartiese entre los once que él pretende destinar a dedicación exclusiva a la ciudad, o lo que es lo mismo, bajar el sueldo de cada concejal, a cambio de darles dedicación plena para ejercer sus funciones. Pero esa propuesta fue rechazada en la votación, lo que para el nuevo regidor refleja que «la oposición se ha quedado sin argumentos, pues hemos aceptado sus pretensiones y aún así han votado en contra».

La división por la propuesta de ahorro económico se trasladó a los respectivos despachos. El alcalde comparecía ante los medios a los pocos minutos visiblemente molesto. Y es que no solo se trata del primer revés serio para Ernesto Marín y su gobierno en minoría, sino que lo ocurrido ayer pone bien a las claras cuál será la tónica en muchos de los puntos de debate plenario en los próximos años, con un bloqueo de los temas sin acuerdo.

Para Marín, ahora toca «replantearse el asunto y buscar la mejor solución para el bien de Chiclana». El alcalde fue tajante. «No importa cuantas zancadillas nos pongan. Nos levantaremos. Con esta decisión no pierde el PP sino Chiclana», lamentó.