Alquilo piso por 100.000 euros

Los 36.000 euros mensuales que Dominique Strauss-Kahn afloja por el piso de Manhattan convertido en su 'celda dorada', mientras espera ser juzgado por asalto sexual, pueden parecer exagerados. Pero el caso del ex director del Fondo Monetario Internacional no es una rareza, porque los alquileres estratosféricos en Nueva York van cada vez a más. «Es mucho más fácil encontrar clientes para estos pisos que para los más baratos», explica Sally Stern, vicepresidenta de la agencia inmobiliaria Brown, Harris and Stevens, una de las más grandes y prestigiosas de la ciudad de los rascacielos. La razón es sencilla: los inquilinos con bolsillo profundo no se preocupan por el dinero, sino «por la calidad de vida que va a depararles y el estatus que les confiere» residir en un rincón privilegiado de la capital del mundo.

Y calidad para este exclusivo grupo incluye electrodomésticos de alta gama, gimnasio, sauna y biblioteca, numerosos dormitorios y otros tantos cuartos de baño, terrazas, jardines, piscina, sala de billar y vistas cinematográficas en una ciudad tan fotogénica como Nueva York. Todos ellos podrían poner un saco de millones sobre el tapete y comprar casa en los barrios más codiciados, como Tribeca, Soho o el Upper East Side. Sin embargo prefieren seguir cosechando la rentabilidad de sus fondos y alquilar antes que comprar, a la espera de que el mercado inmobiliario toque fondo.

Por eso, los alquileres con rentas más altas, que arrancan a partir de 7.000 euros al mes, han crecido más el pasado mayo que en los dos años anteriores, según atestigua el conocido portal inmobiliario Streeteasy.com. Se trata de alquileres que oscilan entre los 10.000 y los 110.000 euros mensuales, unas cifras que producen mareos a la mayoría de los mortales. ¿Quién puede permitírselos? Pues estrellas del espectáculo, altos ejecutivos y herederos de grandes fortunas, acostumbrados a vivir en el máximo esplendor. Es el caso del legendario compositor Cole Porter, cuyo piso en las Torres del Hotel Waldorf Astoria se alquila ahora por 107.000 euros al mes. Por tan módica cifra se puede disfrutar de 550 metros cuadrados en pleno corazón de Manhattan, donde Porter firmó, entre 1934 y 1964, alguno de los temas más célebres del jazz, como reza la placa colocada al efecto.

Diez dormitorios

Pero si se desea algo todavía más exclusivo basta con acudir a la mansión neogótica de siete pisos que ostenta el récord de alquiler en esta carísima ciudad. Por 150.000 euros mensuales es posible vivir el lujo de épocas pasadas en el barrio más acomodado de Manhattan, el Upper East Side, a un paso de la Quinta Avenida. Las boiseries de su amplia biblioteca, su majestuosa escalinata, sus 10 dormitorios y 11 cuartos de baño, sus 3 cocinas, gimnasio y jardín ofrecen un nivel de vida casi imperial. Este palacete también está en venta por 65 millones de euros, el precio más alto fijado nunca en Nueva York que nadie se ha decidido aún a pagar.

Incluso las adineradas estrellas de cine se alojan en lugares más modestos. Will Smith, por ejemplo, se conforma con un pisito de solo 5 dormitorios y 6 cuartos de baño en Noho, un barrio tranquilo de restaurantes y bares, por 39.000 euros mensuales. Menos rumboso ha sido Jim Carrey, pues por 18.000 euros al mes ha sentado sus reales en un apartamento de solo dos dormitorios y dos cuartos de baño en el Soho. Y todavía menos se gasta Robin Williams, aunque ha conseguido un piso con cuatro dormitorios frente al río Hudson por 11.000 euros al mes. Todos ellos tienen sin embargo una cosa en común: ni siquiera deben certificar sus fondos para ser aceptados. Basta una carta de su banquero para que les coloquen la alfombra roja.