Economia

El Gobierno planteará un contrato a tiempo parcial que no discriminará la pensión

Negociará con los agentes sociales la flexibilización y potenciación de esta fórmula de «reparto del trabajo»

SANTANDER. Actualizado: Guardar
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El trabajo a tiempo parcial es el próximo objetivo de negociación del Gobierno con los agentes sociales. El ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, anunció ayer en Santander que el Ejecutivo socialista planteará a las centrales sindicales y a los empresarios la potenciación del contrato a jornada parcial, haciéndolo más flexible que el existente en la actualidad y «con mejores elementos de protección social». En este sentido, uno de los propósitos que se ha planteado es que los trabajadores no sean discriminados a la hora de acceder a una pensión cuando se jubilen.

Gómez hizo ayer balance del diálogo social en España desde la Transición, en un encuentro celebrado en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo que lleva como título 'Empleo y diálogo social en España, tras un año de reformas'. En su intervención abogó también por que los empresarios concedan a los trabajadores más participación en las decisiones de la empresa a cambio de la flexibilidad interna que reclaman, tal y como sucede en países europeos como Alemania.

El 15% de los ocupados

Algo más del 15% de los trabajadores tiene en España un empleo a tiempo parcial, señaló Gómez. Una opción que se ha potenciado en los últimos meses entre los jóvenes menores de 30 años y los parados de larga duración, con la bonificación de las cuotas de la Seguridad Social de los primeros doce meses de su contrato. Pero de cara al futuro, el gabinete defiende elevar esa proporción de trabajadores. Recordó al respecto que la tasa es en Holanda de más del 45% y en Alemania, del 25%. Para que en España progrese en esta fórmula de «reparto del trabajo», dijo el ministro en rueda de prensa, habrá que mejorar los elementos de protección y elevar la flexibilidad. La idea es hacer de esta modalidad de trabajo, sobre la que ya se ha tratado con los sindicatos en los últimos meses, una fórmula más atractiva -en la actualidad la mayor parte de las personas la usan porque no puede acceder a la jornada completa- y una de las vías para ello será que no tengan «ningún tipo de discriminación», en especial sobre su «pensión».

El ministro reconoció en su intervención que el último año ha sido «difícil en todos los aspectos» y reiteró que la reforma laboral que la pasada semana cumplió un año fue pensada para la postcrisis. Como la recuperación económica traerá consigo un gran incremento de los contratos temporales, precisó, los cambios buscan facilitar su transformación en indefinidos.

Respecto a la flexibilidad dentro de la empresa, abordada en la reforma de la negociación colectiva, Gómez enfatizó el hecho de que el aumento de la flexibilidad que reclaman las centrales es una característica del mercado laboral alemán, pero que allí los sindicatos participan de una forma activa en la toma de decisiones en las empresas.

Si estamos de acuerdo en que el sistema a imitar es el germano, precisó, «no vale elegir el modelo solo a medias» y mirar a ese país «con un solo ojo». Más flexibilidad en las empresas requiere más voz de los trabajadores y más lealtad, señaló, y la alternativa es el «descompromiso». Por esta causa el Ejecutivo ha dejado este capítulo de la reforma de la negociación colectiva al acuerdo entre las partes, salvo la fijación de un 5% de la jornada laboral anual como opción del empresario para distribuirla de manera irregular.