Los jugadores del San Fernando confían en la remontada

Sangre caliente y nervios a flor de piel. Energía, tensión, garra, fuerza... Son los ingredientes que aporta Esteban Fernando Sachetti a un equipo de fútbol, y esta temporada han sido fundamentales en el despegar de un San Fernando que no quiere estrellarse a solo unos metros de la meta.

El argentino lo da todo, pero su manera de vivir el fútbol a veces le juega malas pasadas. La última fue en La Roda, donde fue expulsado por no saber controlar sus impulsos. Sachetti explica lo sucedido y reconoce que está muy dolido, y aprovecha la ocasión para pedir disculpas a la afición por su comportamiento. «Fue todo muy rápido. Hicieron una falta a Rodiel y quise agarrar la pelota para sacar rápido, porque ellos tenían la defensa quebrada. Entonces el otro (Jesús García) me soltó una patada en la rodilla cuando estaba de espaldas y yo lo empujé, lo saqué. Me quise salir de ahí, pero él se volvió y me tiró un cabezazo. Yo le saqué las manos, le di un puñetazo y me tiré al suelo. Le toqué la nariz y le salió un poco de sangre, tampoco fue para tanto. Me vino a buscar y entré de lleno. Yo vivo el fútbol de otra manera, me quería salir de ahí pero vino a buscarme y dejé al equipo con diez», analiza el futbolista.

Sachetti aprovecha para reprochar la actitud de jugadores, técnicos y aficionados de La Roda, que hicieron sangre con la derrota y metieron el dedo en la llaga después del pitido final, con constantes provocaciones: «Hay que ser más humano cuando se gana y no crear ese mal rollo. No está bien eso de estar con el pique y la provocación. El fútbol tiene que ser un espectáculo para disfrutar».

Pero aún quedan 90 minutos, y esta vez será en terreno propio donde el San Fernando tiene preparada una respuesta. «Ahora tenemos una segunda oportunidad, es lo bueno del fútbol. Y vamos a darles una guantada pero de fútbol. Sin tensión, no hay que pegarle a nadie, ni provocar a nadie y esas cosas. Jugando como nosotros sabemos».

Presión desde el inicio

Pese a lo abultado del resultado, en el vestuario se ha extendido la sensación de que la remontada es posible, y el equipo va a volcarse para revertir la situación y conseguir el ansiado ascenso.

«Llamé ayer -por el domingo- a los capitanes para pedirles disculpas y para saber como estaban. La gente está muy unida. Nunca es fácil porque el resultado es de 3-0 para ellos, pero una vez en el sitio, después de que ya terminó, no puedes hacer nada. Es así y hay que asumirlo. Tienes que levantarte rápido y pensar que el domingo te queda otra final», explica.

Para el bravo centrocampista, la clave estará en buscar la victoria con convencimiento desde el principio del partido, y no perder la fe hasta el final. «Está claro que tenemos que ir a por todas desde el minuto uno, pensando en que podemos. Tenemos que tirar todos hacia el mismo lugar, hacer nuestro fútbol, jugar y jugar... Nada es imposible en esta vida, lucharemos para ver si podemos empatar la eliminatoria y a partir de ese momento ver las cosas de otra manera».

La final para el San Fernando comenzará el domingo a partir de las 21.00 horas, para lo que también el jugador pedía el apoyo de todos.