Moreno
Sus victorias el 22 de mayo, algunas inesperadas para la dirección nacional, les han catapultado dentro del partido
Actualizado: GuardarAlberto Ruiz Gallardón desveló esta semana que muchos de los hoy dirigentes del PP abandonarán la primera fila de la política cuando Mariano Rajoy, «dentro de ocho o doce años» salga de la Moncloa, para dar paso a los que ahora tienen entre 30 y 40 años. El alcalde de Madrid tocaba así un tema casi tabú en todos los partidos, el relevo generacional. Rajoy anunció en 2008 un «cambio tranquilo» en el organigrama del PP. Un compromiso que, de momento, va cumpliendo aunque despacio y sin que se note demasiado.
Las elecciones del 22 de mayo han puesto de manifiesto que el PP puede confiar en sus dirigentes jóvenes sin temores. Candidatos de 30 y 40 años han vencido en feudos señeros para los socialistas como Castilla-La Mancha, Extremadura o Baleares, y han desbancado a presidentes autonómicos que parecían inamovibles, como el cántabro Miguel Ángel Revilla.
Son hombres y mujeres del PP que no tienen reparos en reconocer que los ciudadanos se han distanciado de los partidos porque sus dirigentes y sus políticas se alejan de las necesidades cotidianas. Predican que hay que pisar menos moqueta y más acera, o lo que viene a ser lo mismo, prometen nuevas formas cuando ejerzan sus cargos públicos.