CARTAS A LA DIRECTORA

Sentimiento encontrados

PUERTO REAL Actualizado: Guardar
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Ciudad de Córdoba, 18 de junio de 1483. Los Reyes Católicos, de manos de su secretario, Fernán Álvarez de Toledo, firman la Carta Puebla, el verdadero certificado de nacimiento de la villa de Puerto Real. Aunque en este lugar ya existían, en un número reducido: pescadores, ganaderos y mercaderes. Es el comienzo de su segunda edad para Matagorda y su comarca.

'Buen puerto, grande y seguro para los navíos. Tierra de buen asiento, sano y saludable para los moradores. Buenas aguas, dulces y livianas de fuentes. Buenas tierras para plantar viñas, árboles para labrar y criar ganados'. Con estas mismas palabras se define a Puerto Real en el manuscrito que firmasen tan regios personajes, aportando justificaciones más que de sobra para la necesidad del nacimiento y creación de la villa. Desde entonces somos Patrimonio Real de sus Majestades, tenemos unos privilegios reales y en esa carta se hace constar que no puede, ni ser vendida ni enajenada. Aunque algunos años más tarde si ocurriera a manos de un señorito de Jerez. Está claro nuestro origen real y católico.

Faltan pocos días para la celebración del 528 aniversario del Día de la Villa y tengo mi corazón y sentimientos divididos y encontrados. Primero por ser puertorrealeño de cuna y defensor a ultranza de mi pueblo y reconozco lo que la historia no puede cambiar, su origen; y segundo porque soy nacionalista andaluz, y por esa ideología de la que presumo no me siento orgulloso de tener a tan famosos creadores y fundadores.

Con la conquista de Al-Andalus por los reyes castellanos comenzaron para los andaluces los peores siglos de nuestra historia con factores como la pérdida de identidad y conciencia como pueblo, valores que siempre tuvimos: Tartessos, la Bética Romana y Al-Andalus así lo prueban y demuestran.

Conquistas y expropiación de tierras a manos de señores feudales castellanos, que para devolver favores por los años de guerra en ayuda de Castilla recibieron como premio. La expulsión de los judíos, de los moriscos, la desamortización, la creación de grandes latifundios a manos de terratenientes, la falta de educación y el subdesarrollo al que nos ha sometido, la pérdida de industrias y el expolio de nuestras materias primas, convirtió nuestra tierra en un granero de mano de obra barata para levantar otras tierras españolas. Todo ello con el beneplácito complaciente de toda la descendencia Real de nuestros fundadores y con la desoladora complicidad del mismo pueblo andaluz, que pocas veces alzó la voz en defensa de sus derechos.

El próximo sábado 18 no podré estar orgulloso de los fundadores de mi pueblo ni de su origen, porque para mí, por encima de hechos históricos incontestables, están mis valores y mi ideología que son mis pilares en la lucha y defensa del pueblo andaluz.