La plantilla del transporte urbano da un voto de confianza al Consistorio

No habrá huelga finalmente. Los trabajadores del transporte urbano de Jerez quieren dar un respiro al nuevo gobierno municipal e insisten en que sea el nuevo Consistorio el que exija a la empresa concesionaria el cumplimiento del convenio colectivo que está actualmente en vigor.

La situación no es muy idílica en estos momentos en el seno de los trabajadores del transporte urbano de Jerez, ya que se insisten en el estricto cumplimiento de las fechas de pago. Y es que, a día de hoy, la empresa adjudicataria de los autobuses urbanos adeuda a la plantilla la nómina de octubre, parte de noviembre, las pagas extraordinarias de Navidad y de beneficios, parte de mayo, otra extra que corresponde al mes pasado y el primer anticipo de este mes de julio.

En otro orden de cosas, el estado de la flota se encuentra marcada por el paro del servicio de dos vehículos que tuvieron que ser retirados por averías en el aire acondicionado y otras incidencias.

Pero no es el único problema que está denotando el servicio, ya que los trabajadores del transporte urbano en Jerez se quejan, entre otras cosas, de la falta de uniformes para realizar de manera efectiva su trabajo. Una circunstancia que está ofreciendo una imagen negativa e inapropiada del transporte urbano en una de las ciudades más importantes de Andalucía.

Por otro lado, los trabajadores insisten en la falta de carteles de ruta en los propios vehículos, algo que dificulta de manera clara el buen servicio para todos los usuarios del transporte público.

Desde el comité de empresa aseguran que no habrá una renovación de la flota existente con autobuses nuevos, a la vez que entienden que los Urbanos Amarillos es el responsable de presionar al Ayuntamiento por medio de las acciones de la plantilla de trabajadores.

La alcaldesa, María José García-Pelayo, ya ha mantenido los primeros contactos con la empresa para encontrar un punto de unión para todas las partes, algo que han valorado desde el grupo de trabajadores del transporte urbano de Jerez, aunque esperan que «aprieten» a Urbanos Amarillos.