Rodolfo Ares, ayer, en el Congreso Internacional de Víctimas del Terrorismo. :: Javier Etxezarreta /efe
ESPAÑA

Ares critica a Bildu por no exigir a ETA el fin de la violencia

El consejero vasco de Interior dijo en un acto con las víctimas del terrorismo que nadie puede ser tolerante con el «matonismo político»

SAN SEBASTIÁN. Actualizado: Guardar
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El consejero vasco de Interior, Rodolfo Ares, recordó ayer que «todavía hay gente en Euskadi que no le ha pedido a ETA que abandone definitivamente la actividad terrorista», algo que, en el caso de Bildu, contribuye a «adulterar gravemente la credibilidad del camino político que ha iniciado». Ares participó en la inauguración de la Conferencia Internacional de Víctimas del Terrorismo que se clausura hoy en San Sebastián, organizada por los gobiernos central y vasco, el Consejo de Europa y la Organización de Estados Americanos, en la que participan doscientos expertos de distintas partes del mundo.

Durante su intervención, Ares explicó que «hoy más que nunca es imprescindible que todos los sectores políticos de esta sociedad exijan la disolución de la banda terrorista ETA que, además, debe a sus víctimas el reconocimiento del terrible daño causado». Precisó que el hecho de que Bildu no haya reclamado a la organización que se disuelva «es un dato incontestable que no pueden ocultar los votos» que han logrado en las pasadas elecciones municipales y forales.

«Euskadi -prosiguió- dará un paso decisivo hacia la paz y la libertad cuando aquellos que dicen rechazar todas las expresiones de violencia, dejen de escudarse en afirmaciones genéricas y muestren su rechazo inequívoco y definitivo a la única expresión ilegítima de violencia que aún persiste en este país, la violencia etarra». El consejero advirtió que «mientras tanto, nadie puede mostrarse tolerante con expresiones de 'matonismo' político como las vividas hace unos días en Elorrio o Lizartza». «Se equivocará quien pretenda minimizarlas limitándose a señalar, como lamentablemente han hecho algunos, que fueron expresiones excepcionales en un contexto generalizado de normalidad», dijo Ares, quien explicó que coaccionar y amenazar a cargos públicos y periodistas «por ejercer su actividad» es «propio de actitudes fascistas».

Aclaró que al Gobierno vasco «le hubiera gustado que el diálogo y los acuerdos tras las elecciones hubieran permitido un tiempo de prudencia para que Bildu no estuviera al frente de las principales instituciones» al objeto de que «se pudiera confirmar su voluntad de alejarse definitivamente de la violencia» y de que «hubiera gobiernos fuertes y estables para salir de la crisis».