La Fiscalía recuerda que ha habido menos controles de tráfico en 2010 por «reivindicaciones laborales». :: ANTONIO VÁZQUEZ
Ciudadanos

Los delitos de tráfico salen impunes por falta de plazas en trabajos a la comunidad

La memoria de Fiscalía en Seguridad Vial advierte de que «muchas penas» han empezado a prescribir por no aplicarse a tiempo

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Coger el coche con algunas copas de más o sin tener en regla el carné de conducir ha empezado ya a salirle gratis a «muchos» conductores, según advierte la Fiscalía de Cádiz en su última memoria sobre Seguridad Vial de 2010, en la que se denuncia que «muchos» delitos relacionados con el tráfico están prescribiendo, ya que falta medios a la hora de aplicar la condena. En concreto, existe una importante escasez en el número de plazas para cumplir trabajos en beneficio de la comunidad (TBC), la pena que se aplica a la inmensa mayoría de los infractores de tráfico, ya que las condenas de prisión se dictan en contadísimas ocasiones: solo para casos graves y reincidentes.

Como recuerda la Fiscalía, las plazas de trabajo a la comunidad que se ofertan en la provincia (por ayuntamientos, asociaciones de vecinos y organizaciones no gubernamentales) no son suficientes para la gran cantidad de condenas que se dictan: 3.124 en 2010 (el 96% con la conformidad de los acusados). Además, la Fiscalía se muestra en su memoria bastante crítica con la última reforma del Código Penal, que se aplica desde diciembre de 2010 y que en lugar de castigar los delitos de tráfico con una multa y trabajos a la comunidad, permite a los infractores elegir solo uno de los dos castigos. Tras la reforma hay un claro objetivo: dar la oportunidad de reparar el delito con dinero y reducir así el colapso que sufren los servicios sociales penitenciarios, que deben adjudicar las pocas plazas que hay. El atasco es tal que algunos infractores cumplen la condena casi dos años después de ser juzgados.

Sin embargo, para el Ministerio Fiscal el remedio puede ser contraproducente, pues teme que muchos condenados elijan los TBC antes que la pena pecuniaria, debido «a la conciencia que se tiene de que los trabajos exigen escaso esfuerzo y existen muchas probabilidades de que la pena no se cumpla». Esto «provocará un mayor colapso de los servicios sociales penitenciarios y una percepción de que este tipo de delitos no conlleva consecuencias especialmente gravosas», adelanta la memoria fiscal. Curiosamente en las oficinas de servicios sociales la sensación es distinta: desde diciembre, con la reforma, se ha reducido la llegada de sentencias, según fuentes consultadas.

La memoria fiscal de Cádiz también lamenta que las pocas plazas de trabajos sociales que existen no son «idóneas» para el tipo de delitos que se aplican, ya que muchas veces se trata de empleos de mantenimiento, de jardinería, de asistencia a mayores, etcétera, que poco tienen que ver con el. En este sentido, la Fiscalía sugiere en su memoria que se organicen talleres sobre seguridad vial que sirvan realmente para concienciar a los malos conductores.

Lo cierto es que estos talleres ya se aplican en Cádiz para los condenados con menos de 40 jornadas de trabajos comunitarios, que pueden sustituir con ellos la pena. Sin embargo, la sensación de que el castigo es liviano puede ser incluso mayor con los cursos, ya que se limitan a cuatro clases teóricas de apenas cinco horas cada una.