El sexo de los chinos viaja encriptado

La obsesión del gobierno chino por controlar las comunicaciones de sus ciudadanos va mucho más allá de la política. Aunque lo primordial es salvaguardar el buen nombre del Partido Comunista y mantener el vacío más absoluto sobre espinosos asuntos como la matanza de Tiananmen, el sexo también está en la diana de las autoridades.

De hecho, ya el año pasado Pekín avisó de que la guerra contra la pornografía se extendería al terreno más personal, y que todos los sms serían monitorizados para evitar el 'sexting' utilizando la misma tecnología que avisa de páginas web o comentarios 'peligrosos' en la web. Palabras clave como 'cao' (follar) hacen saltar las alarmas, y quien envíe tres o más 'mensajes eróticos' puede ser detenido hasta diez días y ha de pagar una multa de 500 yuanes (unos 52 euros). De momento no hay estadísticas oficiales sobre el número de infractores, pero diversas páginas web hablan de unas 120.000 líneas telefónicas suspendidas por este hecho.

Claro que la lista de las posibles palabras prohibidas no ha tardado en aparecer en la web. Así que ahora el sexo viaja encriptado en los sms. Los ideogramas adquieren diferentes significados, y diferentes prácticas sexuales se convierten en acrónimos que sortean el filtro tecnológico. «Ahora hay que ser más ingenioso para hablar de sexo por sms. Es más divertido e interesante», reconoce una joven de Shanghai.