Los médicos aún no saben si Giffords volverá al Congreso
La oficina de la representante política estadounidense publica sus primeras imágenes tras el atentado de enero en Arizona
WASHINGTON. Actualizado: GuardarLa oficina de la congresista demócrata por el Estado norteamericano de Arizona Gabrielle Giffords, que recibió un disparo en la cabeza el pasado enero en un acto político, divulgó ayer en Internet dos fotografías de la legisladora, las primeras desde el atentado que sufrió en Tucson y en el que resultó gravemente herida.
Giffords y su esposo, el astronauta Mark Kelly, decidieron divulgar las fotos para evitar el escrutinio mediático cuando la congresista comience, a finales de este mes, su terapia fuera del hospital de Houston (Texas) donde recibe tratamiento de rehabilitación. El objetivo es atender la «curiosidad del público sobre su aspecto físico», explicó C. J. Karamargin, director de comunicaciones de Giffords.
El 8 de enero, la congresista resultó herida en la cabeza mientras participaba en un encuentro político con votantes en la puerta de un supermercado en Tucson. Seis personas, entre ellas una niña de nueve años, murieron en el atentado, que dejó otros 12 heridos. «Es extraordinario pensar que esta es una mujer que recibió un tiro de cerca en la cabeza hace menos de seis meses. Tiene un aspectos estupendo», dijo Karamargin.
Las fotos, colgadas en Facebook, las tomó el fotógrafo P. K. Weis el 17 de mayo, horas antes de que Giffords fuese sometida a una operación de cráneo en el hospital TIRR Memorial Hermann, en Houston, donde continúa su recuperación. En una de las imágenes, Giffords aparece sonriente y luce un pelo corto que oculta las cicatrices del cuero cabelludo. Aunque recibió el tiro en el lado izquierdo de la frente, su rostro no muestra señales de la herida. En la segunda foto, Giffords posa sentada junto a su madre, Gloria. La única aparición en público de Giffords fue el 27 de abril, cuando viajó en avión a Florida para presenciar el lanzamiento de la misión espacial en la que participa su esposo.
Una sombra de sí misma
Giffords, de 41 años, ha estado sometida a una intensa terapia física y del habla desde el atentado, y sus médicos han explicado que por ahora es difícil predecir si podrá reanudar sus labores en el Congreso de EE UU y, en caso afirmativo, cuándo. Normalmente, los pacientes que sufren heridas en el cerebro requieren al menos un año de rehabilitación antes de determinar un pronóstico fiable a largo plazo, según los especialistas. En una entrevista con 'The Arizona Republic', la jefa de personal de Giffords, Pia Carusone, explicó que la congresista sigue siendo una sombra de sí misma, tiene grandes dificultades para expresar frases completas y se comunica sobre todo con gestos.
El detenido por el atentado, Jared Lee Loughner, de 22 años, se ha declarado inocente y está en una cárcel federal en Misuri, donde recibe tratamiento psiquiátrico hasta que pueda ser sometido a juicio.