Un «plan de rearme moral» para la deprimida militancia
MADRID. Actualizado: GuardarLa dirección federal del PSOE trabaja con la sensación de que no hay ya tiempo que perder. Sabe, y así lo admiten varios dirigentes, que las bases del partido están «deprimidas» y que el factor humano va a pesar y mucho en su contra. La mayor parte de los secretarios generales se han encontrado de la noche a la mañana con que, además de todas las funciones inherentes al cargo, deben hacer de paño de lágrimas de los suyos y, lo que es peor, de jefes de personal de una empresa en pérdidas.
Una formación política debe funcionar como un tejido nervioso: los estímulos deben llegar a los sistemas periféricos y estos tienen que ser capaces de percibir lo que ocurre en el mundo exterior para que el sistema central active las respuestas adecuadas. Los socialistas son conscientes de que ahora algunas conexiones fallan. De ahí la decisión de Alfredo Pérez Rubalcaba de recorrer los territorios para hablar de tú a tú con la militancia. «Es -dice un miembro de la dirección del partido- un plan de rearme moral».
La labor del candidato se complementará también con las visitas de la ejecutiva a las federaciones. «En los últimos meses hemos celebrado, sobre todo, reuniones sectoriales en Madrid pero la idea es desplazarnos nosotros para mejorar la comunicación en una ofensiva de dinamización interna», añade.
Está previsto que esos encuentros alimenten el futuro programa con el que 'el candidato Alfredo' debe presentarse a las generales. En julio, la ejecutiva elaborará el texto base, que después se enviará a las federaciones para que presenten enmiendas antes de la Conferencia Política que tendrá lugar a mediados de septiembre.
Todos los 'ejecutivos' participarán del proceso. A la espera de nombrar su propia 'oficina del candidato', Rubalcaba aseguró el pasado lunes a los miembros de la dirección federal que los considera su equipo; aunque lo previsible es que, sobre todo, se apoye en el secretario de política municipal, Antonio Hernando, y en la secretaria de Relaciones Internacionales, Elena Valenciano, los más afines (al margen de su amigo, el consejero de Interior vasco, Rodolfo Ares, que es únicamente vocal).
Sus colaboradores aseguran que cabe esperar un proyecto con propuestas «muy bonitas» de «regeneración del sistema democrático».