PAN Y CIRCO

MINUTOS QUE SE VAN

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Brasileños, ingleses, mexicanos, australianos... Mario Conde y Luis Oliver. El 'Ronaldinho's Brother' con el método Nilton, 'rajar para abaratar'. Seis grupos en un papelito más propio de un almacenero que de un gran empresario. En esto se ha convertido el Cádiz CF, un circo, el mayor esperpento del mundo. Filtraciones interesadas, rumores que ni siquiera merecen tal categoría pues son más chismes de maruja que otra cosa. Basura, por no afear el blanco con otra palabra.

Cada minuto que pasa se consume la posibilidad de la venta de las acciones, el deseo supremo de todos, incluido el máximo accionista. Cada minuto que se pasa hablando de estos temas es minuto perdido para planificar un proyecto consistente, de futuro, y para tomar conciencia de la realidad, tan cruda como es. Cada minuto de espera es un minuto menos. Y el reloj vuela.

La venta es posible pero poco probable. El club gaditano lleva mucho tiempo en el mercado y nadie se decide. La crisis es mayor, el dinero se devalúa pero el precio no baja, y ahora mismo es prohibitivo para alguien dispuesto a hacer negocio. Esta institución no parece una 'ganga', sino más bien un 'marrón' que solo puede tragarse quien se guía más por el sentimiento que por el afán recaudatorio. Y gente así aún no se ha presentado a Muñoz con algo más que arena en los bolsillos.

Es más, aparecen en el horizonte piratas brasileños a los que precede su fama (pregunten en Barcelona o Brasil por Roberto de Assis). O fantasmas que se asustaron cuando, según ellos, vieron el ambiente enrarecido. Mexicanos bocazas como el tal Padilla. Y qué decir de esos ingleses disfrazados de australianos con yate en Sotogrande. Se diría que más vale malo conocido si lo conocido no fuera tan malo. Y mientras, el tiempo pasa, consumiendo las posibilidades de resurrección.