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«De Trípoli todavía salen órdenes»
La OTAN concentra sus ataques en centros de mando de la capital libia mientras Gadafi vuelve su artillería contra los rebeldes en Misrata
BRUSELAS/ BENGASI. Actualizado: GuardarLa OTAN concentra estos días su estrategia para proteger a la población civil libia en atacar objetivos en la capital porque «de Trípoli todavía salen órdenes» de muerte. El portavoz militar de la operación Protector Unificado, el comandante británico Mike Bracken, confirmó ayer que la Alianza está desarrollando esta semana su campaña de ataques «más intensa» contra centros de mando y control del régimen de Muamar Gadafi, y que esta ofensiva continuará mientras el núcleo de poder del dictador muestre disposición de golpear a ciudadanos indefensos en distintos puntos del país. «Gadafi no ganará esta batalla», prometió Bracken.
El portavoz de la OTAN explicó que la línea de frente entre Trípoli y Misrata, enclave en poder de los rebeldes, «es volátil e inestable», lo que dificultaría confirmar aparentes avances de fuerzas proGadafi en torno a esta última ciudad. Sí pudo conocerse que al menos 17 personas perdieron la vida y otras 60 resultaron heridas en nuevos bombardeos contra Misrata durante la jornada de ayer, según declararon a Reuters médicos del hospital de Hekmak.
Los disparos de artillería, de hecho, llegaron cerca de este centro sanitario, alejado de las líneas del frente. Las fuerzas del dictador también bombardearon posiciones rebeldes en las Montañas Occidentales y las localidades de Yafran y Nalut, y estarían tratando de concentrarse junto a la frontera de Túnez para intentar recuperar el paso de Wazin, en manos de los sublevados.
La localidad de Zlitan, entre Trípoli y Misrata, también padece una ofensiva que incluiría la amenaza a los residentes de violar a las mujeres si el enclave no se rinde, declaró el portavoz rebelde Ahmed Bani a Reuters. Si las tropas del dictador se hicieran con Zlitan, representarían un serio obstáculo para un eventual avance de los opositores desde Misrata, el mayor núcleo sublevado en el oeste del país, hacia la capital.
Con helicópteros
El nerviosismo entre los rebeldes llevó ayer a algunos de sus portavoces a criticar a la OTAN por no hacer lo suficiente, a su juicio, para terminar con la dictadura en Libia. La Alianza, por su parte, defiende al acoso a Gadafi en su guarida de Trípoli, una ofensiva en la que Francia y Reino Unido llevan el peso de las operaciones y contribuyen en los últimos días con helicópteros. La misión, dijo ayer el portavoz Bracken, los seguirá empleando «con cuidado» siempre que se considere que son «los mejores medios dada su versatilidad».
La OTAN se esfuerza por tranquilizar a los ciudadanos de la capital al explicar que realizan «una serie de comprobaciones» antes de abordar un objetivo. Los ataques «no están dirigidos contra la población», resaltan sus portavoces.