Sociedad

Ciegos y sordos

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Aunque tienen ojos en la punta de las antenas, los caracoles no ven y solo son capaces de diferenciar entre la noche y el día. Lo compensan con un olfato hipersensible que les guía con precisión matemática hasta sus alimentos preferidos. Durante siglos, fue un alimento ligado a la cuaresma, ya que la Iglesia católica no los computaba como carne.