El Movimiento 15M da un paso más en su rechazo al sistema político
Las protestas frente al Congreso y la carga policial en las Cortes valencianas, que dejó 18 heridos, avivan más las tensiones
MADRID / VALENCIA. Actualizado: GuardarDe las soflamas y las pancartas que reclamaban una «democracia real» se ha pasado a los hechos. Tras el éxito de la manifestación del pasado 15 de mayo y las posteriores acampadas y concentraciones en plazas de toda España, los 'indignados' han dado un paso más en su rechazo a los partidos y sus dirigentes. La concentración frente al Congreso de los Diputados, que el miércoles concentró a dos millares de personas, y la intervención policial a las puertas de la Cortes Valencianas, que dejó ayer 18 heridos y cinco detenidos, han avivado las tensiones.
El Movimiento 15M, a través de las más de 400 asociaciones cívicas que lo sustentan, ya avanzó que los campamentos que se levantaron en medio centenar de ciudades no eran sino un acto más de protesta al que seguirían nuevas acciones para dar continuidad a la plataforma. Entre las iniciativas programadas se aprobaron manifestaciones para el 19 de junio y el 15 de julio y concentraciones espontáneas contra las iniciativas legislativas que incluyeran recortes sociolaborales.
Una de esas reuniones callejeras, celebrada por la asamblea del barrio madrileño de Lavapiés, concluyó el miércoles con una marcha pacífica al Congreso que la Policía contuvo antes de la Carrera de San Jerónimo, la calle que cruza paralela a la Cámara Baja. Durante seis horas y hasta bien entrada la madrugada, los 'indignados' cortaron la circulación e hicieron una masiva sentada entre gritos contra los diputados y la reforma laboral. Después regresaron tranquilos a la Puerta del Sol.
A primera hora de la mañana del jueves, en Valencia, un centenar de personas se concentró frente a las puertas de las Cortes para dar la «bienvenida» al nuevo parlamento autonómico surgido de las elecciones del 22 de mayo. Un acto de protesta que el Movimiento 15M tiene previsto llevar a la constitución de ayuntamiento y cámaras legislativas de las comunidades, como en Navarra, Galicia, La Rioja o Madrid, donde ya se han anunciado acciones.
En el Parlamento valenciano, lo que en un principio comenzó como una tranquila acampada nocturna presidida por una gran pancarta, 'Fuera corruptos de las instituciones', terminó pasado el mediodía con 18 heridos, ocho de ellos agentes, y cinco detenidos después de la intervención policial. Uno de los heridos fue el diputado de Compromís Juan Ponce, uno de los 99 cargos que tomaba posesión. El parlamentario sufrió un porrazo en el brazo por parte de los agentes que controlaban la entrada a la sede legislativa.
Dos versiones
Según la versión de Compromís, coalición nacionalista de izquierda, y de los congregados, la mecha la prendió un agente sin identificar que irrumpió en la protesta y golpeó a una mujer. Según fuentes policiales, la carga empezó cuando los jóvenes trataron de saltar las vallas que delimitaban la zona de seguridad e incluso dificultaron el cordón de seguridad para la entrada de diputados y viandantes.
Lo cierto es que como consecuencia de la carga policial, seguida de un enfrentamiento entre ambas partes, los servicios sanitarios de emergencia atendieron a 18 heridos, dos de ellos con heridas sangrantes y un agente con un corte en la cara como consecuencia del lanzamiento de un objeto punzante, unas tijeras, según la Policía, aunque los indignados desmintieron esa versión.
El subdelegado del Gobierno en Valencia, Luis Felipe Martínez, defendió la actuación policial ya que la concentración de los 'indignados' fue «doblemente ilegal» porque tanto manifestarse delante de las Cortes como tratar de impedir que los diputados entren en el Parlamento son «delitos». Martínez precisó que no ha habido «cargas», sino «identificaciones». No obstante, comentó que los manifestantes, a los que catalogó de «radicales y antisistema», «han ofrecido resistencia» y los agentes «tienen algunas obligaciones que cumplir». Por su parte, la diputada de Compromís, Mónica Oltra, replicó al subdelegado que no existen «manifestaciones ilegales».
Ya entrada la tarde, tres centenares de 'indignados' caminaron hasta la comisaría de Zapadores para pedir la puesta en libertad de los detenidos. Portaban carteles como 'Los golpes para los corruptos' y gritaban «¡aquí no nos movemos hasta que no salgan!». A las puertas de la comisaría se encontraba varios abogados que se presentaron voluntariamente para representar a los detenidos.