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Riccò, suspendido por su federación, podría ser castigado con pena de cárcel

GRENOBLE. Actualizado: Guardar
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El ciclista italiano Riccardo Riccò fue suspendido ayer por la federación de su país, alegando razones de salud, debido a una tentativa de autotransfusión de sangre del ciclista, entorpeciendo la voluntad del corredor de volver a la competición. La comisión de salud de la Federación Italiana de Ciclismo lo suspendió «por la salud del deportista».

Riccò, de 27 años, anunció a mediados de abril que quería regresar a la competición, pese a ser el protagonista de un caso de dopaje en el que se realizó una autotransfusión de sangre que guardaba en su frigorífico. Su decisión de anunciar su deseo de volver se produjo un mes después de haber declarado que el ciclismo le daba «ganas de vomitar». Actualmente, el fiscal antidopaje de Italia, Ettore Torri, dirige una investigación contra el corredor.

El médico que salvó la vida de Riccò el pasado 6 de febrero en el hospital de Pavullo, donde acudió tras sufrir un problema renal, explicó que el ciclista reconoció en urgencias haberse hecho una autotransfusión de sangre que conservaba en su frigorífico desde hacía 25 días. Riccò, que fue suspendido en 2008 un total de 20 meses, podría ser sancionado de por vida, e incluso corre el riesgo de ver cómo se le impone una pena de entre tres meses y tres años de cárcel.