
Los mayores se anticipan a la Feria
El tradicional almuerzo de convivencia reúne en la finca El Sotillo a más de 1.200 miembros de asociaciones y centros de día de la localidad
Actualizado: GuardarCasi 1.200 mayores de la práctica totalidad de centros de día y asociaciones de Chiclana culminaron ayer una tradición que les hace juntarse cada año. La comida de convivencia con motivo de la Feria de San Antonio, que comienza en la noche de hoy con el tradicional alumbrado, tuvo lugar ayer en las instalaciones de la finca El Sotillo de la localidad.
La organización del evento corrió, como es habitual, a cargo de la delegación municipal de Tercera Edad del Consistorio. La técnico Maite Basallote, explicaba a LA VOZ algunos de los pormenores de la iniciativa. «Hace un par de años decidimos que la comida de feria debía celebrarse fuera del recinto por comodidad para todos». Dicho y hecho. Divididos en dos jornadas distintas para hacer asumible el servicio a un catering especializado como el de Momento Andaluz, los mayores chiclaneros disfrutaron de un almuerzo y actuaciones musicales, con orquesta incluida.
El evento ha estado sufragado al 50% por la aportación el Ayuntamiento y los propios mayores. Desde la una y media del mediodía varios autobuses y docenas de coches particulares fueron llegando a El Sotillo. Una vez allí un primer refrigerio les dio la bienvenida. Nada más pasar a los salones, las mesas eran corrillo de anécdotas y chascarrillos sobre el futuro de las pensiones, «lo bien que nos lo vamos a pasar en la feria», o la política local.
María Sánchez explicaba su ilusión «por venir a echar un ratito con los amigos». Con 88 años, era una de las comensales de más edad.
Este tipo de eventos, según la organización, «sirven a los mayores para entablar relación con otros mayores y pasar un buen rato».
Pero la Comisión de Mayores no solo organiza eventos lúdicos, sino que pone en marcha durante el año talleres, cabalgatas de carnaval, jornadas de cuentacuentos con los nietos o la reciente edición de un libro en los que se recogen al detalle los juegos infantiles tradicionales.