Sociedad

Tras diez largos años, el Museo Balenciaga se convierte en realidad

Su apertura, anunciada para 2003, se ha retrasado ocho años pero al final el centro dedicado al modisto se inauguró ayer en Getaria

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La Reina Sofía inauguró ayer en la localidad guipuzcoana de Getaria el Cristóbal Balenciaga Museoa, el primer gran museo de estas características dedicado en exclusiva a un modisto, en un acto oficial en el que ha estado acompañada por la ministra de Cultura, Angeles González-Sinde, y el lehendakari, Patxi López, entre otras autoridades y representantes de la moda y la cultura.

Unos 300 invitados han participado en el evento entre los que se encontraban el presidente de Honor de la Fundación Balenciaga, Hubert de Givenchy, y la vicepresidenta del Patronato, Sonsoles Díez de Rivera e Icaza, quien iba vestida con un modelo realizado por Balenciaga en 1965, así como familiares del modisto vasco. La consejera de Cultura, Blanca Urgell, la presidenta del Parlamento vasco, Arantza Quiroga, el diputado general en funciones de Gipuzkoa, Markel Olano, el delegado del Gobierno en el País Vasco, Mikel Cabieces, la diputada foral de Cultura, María Jesús Aranburu, y el alcalde de Getaria, Andoni Aristi, han completado la representación institucional de la inauguración, en la que también han estado presentes diputados forales, alcaldes y representantes políticos. Entre los representantes del mundo de la moda y la cultura acudieron los diseñadores Ailanto, Estrella Ash, Juanjo Oliva, Joaquín Trías, Francis Montesinos, Juan Duyos, Blanca Zorita, Amaya Arzuaga o Modesto Lomba.

La Reina descubrió una placa con la que se dio por inaugurado el museo Cristobal Balenciaga. Tres grandes espacios, cuatro plantas, seis salas y una cuidada selección de 90 piezas configuran, a grandes rasgos, el Museo. Además de exhibir de manera rotatoria parte de las más de 1.200 piezas que, bajo la tutela de la Fundación, han sido recibidas, hasta el momento, mediante cesiones, dotaciones, depósitos institucionales o privados.

En realidad, la apertura del centro se anunció para mayo de 2003, pero han sido necesarios ocho años más para llegar a este final feliz tras un intrincado proceso con ingredientes suficientes para alimentar un guión de cine.