El Ejecutivo adelanta el Debate de la Nación para evitar la bicefalia
Se celebrará el 28 y 30 de junio, dos días antes de la proclamación de Rubalcaba como candidato del PSOE
MADRID. Actualizado: GuardarEl resultado de las elecciones del 22 de mayo no solo tuvo efectos en el PSOE, también alteró el calendario parlamentario pues motivó el adelantamiento del Debate sobre el estado de la Nación. El último duelo parlamentario de la legislatura entre José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy se iba a celebrar a partir del 11 de julio, pero José Bono anunció ayer que será entre el 28 y 30 de junio, dos días antes de la proclamación de Alfredo Pérez Rubalcaba como candidato. De haberse mantenido la fecha inicial, el líder de la oposición hubiera tenido enfrente a un presidente con su sucesor electoral en el escaño de al lado, una bicefalia que podía ser la mejor arma dialéctica de Rajoy.
Es una convocatoria extraña del Debate sobre el estado de la Nación. Primero porque el propio Bono anunció el pasado 10 de mayo que se iba a celebrar «no antes del 11 de julio» por petición expresa del Gobierno. El presidente de la Cámara argumentó que en esas fechas de julio se celebró el año pasado y que para entonces ya estarían constituidos los ayuntamientos y gobiernos autonómicos resultantes de los comicios. Unas razones que, al parecer, ahora ya no valen.
Cuando la fecha prevista era julio, la portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, se quejó de que se celebrara «tan tarde» y acusó al Ejecutivo de intentar que la cita parlamentaria pasara «inadvertida» ya que muchos ciudadanos están de vacaciones ese mes. Achacó asimismo la elección de esos días a que los socialistas pretendían evitar que no se solapara con sus proceso electoral interno para escoger su candidato para las generales del próximo año.
Pero hay un segundo elemento chocante en el cambio de planes. Este debate se celebra a propuesta del presidente del Gobierno, así ha ocurrido siempre, pero esta vez Bono se arrogó esa potestad y señaló que la propuesta era cosa suya y se la comunicó a Zapatero, que se mostró conforme, así como a los portavoces de los grupos parlamentarios, que dieron su apoyo «unánime».
Una fecha como otra
«La rectificación es positiva», dijo Sáenz de Santamaría. El portavoz socialista, José Antonio Alonso, se tuvo que tragar sus comentarios justificativos de hace tres semanas sobre la elección de julio. Ayer dijo que la nueva fecha es «tan buena como cualquier otra».
La razón que dio Bono para el cambio es la conveniencia de celebrar el debate en el periodo ordinario de sesiones, que finaliza el 30 de junio. Pero es que julio, según el propio presidente del Congreso, hay que tomarlo como «un mes ordinario a todos los efectos» ya que también ha sido habilitado para celebrar dos plenos ordinario. También ese mes habrá reuniones de las comisiones, de la Junta de Portavoces y se convocará a la Diputación Permanente cuando no haya plenos. Ese argumento reglamentario, por tanto, pierde peso.
La única razón, apuntan fuentes parlamentarias, es evitar que Rajoy incida en la bicefalia y la inutilidad de prolongar la legislatura. El cambio de fechas, de todos modos, será un movimiento infructuoso porque si bien la dualidad formal no existirá para esa fecha -se producirá a partir del 2 de julio- es muy probable que el líder del PP escoja como táctica el ninguneo a Zapatero y trate de debatir con el candidato, aunque aún sea un aspirante virtual.