Un policía fuera de servicio salva la vida de un joven accidentado en Jerez
JEREZ. Actualizado: GuardarLos responsables de la Policía Nacional no han querido facilitar la identidad de su héroe. Dicen que prefieren no personalizar los éxitos en un único agente, ya que entienden que han de ser considerados conjuntamente e insisten en que el policía solo hizo su trabajo. Además, él tampoco quiere ser protagonista en los medios. Así pues, tendremos que conformarnos con la información oficial de lo sucedido y algún detalle que diferentes fuentes han tenido a bien facilitar. Los acontecimientos sucedieron sobre las dos de la tarde del pasado viernes en la avenida Fernando Portillo de Jerez. Nuestro héroe anónimo: un agente de la Unidad de Radiopatrullas-Zetas, que en ese momento estaba libre de servicio. De hecho, circulaba con su coche particular con su esposa y su hijo de un año de edad. A esa hora le sorprendió que se formase una considerable caravana de coches en la avenida y decidió ver qué sucedía: en plena calzada un joven estaba tirado, al parecer, tras sufrir un accidente. El chico se encontraba muy grave. Sufría, de hecho, convulsiones que hacían presagiar el peor de los desenlaces y que provocaron escenas de pánico entre los numerosos curioso de alrededor.
El agente decidió entonces actuar, ejecutando las «esenciales maniobras de recuperación», según apuntaban ayer fuentes de la Policía Nacional. Gracias a su intervención, el policía le mantuvo con vida hasta que llegó la ambulancia de Emergencias, requerida por teléfono. La actuación resultó, incuestionablemente, todo un éxito. El agente logró mantener activas las constantes vitales hasta que llegaron los facultativos, que estabilizaron al joven accidentado y después le trasladaron al hospital de Jerez para su total recuperación.
Cabe reseñar que los propios facultativos que se desplazaron al lugar de los hechos destacaron que la maniobra de urgencia llevada a cabo por el agente policial para lograr abrir las vías respiratorias del joven «fueron de vital importancia para la vida de éste». Llegaron a apuntar, incluso, que de no haberla practicado, «en esos momentos las consecuencias hubieran sido de fatal consideración».