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Los gaditanos echan más horas extras sin cobrar
El tiempo que los asalariados dedican al trabajo fuera de la jornada laboral se come más de 1.600 empleos en la provincia
Cádiz Actualizado: GuardarLa oficina cierra a las tres, pero habrá que quedarse hasta seis trabajando. Un buen número de asalariados de la provincia se ven obligados a hacer horas extras sin una compensación en su nómina. Durante el primer trimestre del año ese tiempo añadido a la jornada laboral ha crecido un 18%, lo que supone 5.300 horas más semanales que durante el mismo periodo de 2010 (29.400 en total). Todas ellas sin cobrar, según los datos de la última EPA remitidos por el INE.
Las que sí se pagan siguen cayendo en picado. En los tres primeros meses del año se hicieron 35.300 por semana, son 8.600 menos que en 2010 y, tal como están las cosas, todo parece indicar que la tendencia seguirá a la baja. Nada que ver con aquellas cifras tremendas de 2008 cuando se llegaban a contabilizar hasta 52.000.
En el resto de España hubo un notable crecimiento de ambas. En total fueron más de seis millones, de las que casi la mitad fueron también no remuneradas. En este caso, el colectivos que más acumuló fue el de los técnicos profesionales, investigadores e intelectuales. Le siguen muy de cerca los restauradores y vendedores y en tercer lugar, los trabajadores de la industria manufacturera.
Este tiempo extra que no se remunera se compensa con días de descanso. Es lo que, por lo general, contemplan los convenios, pero también hay quien no llega a contabilizarlas y eso resulta cada vez más habitual. Miguel Abreu, secretario general de Empleo de UGT Cádiz, recalca que «las empresas han hecho bastantes recortes y menos empleados tienen que asumir mayores cargas de trabajo». Ocurre prácticamente en todos los sectores, pero se da de una manera más habitual en pequeñas y medianas empresas.
A la hora de denunciar este tipo de irregularidades, asegura que los asalariados temen por su futuro. «Las cosas están muy difíciles y tienen miedo a perder el puesto si se niegan a hacerlas», recalca. Tampoco las empresas cuentan con la liquidez suficiente para hacer frente a los costes que supone pagar ese tiempo de más o contar con un nuevo empleado.
Empleos perdidos
Los sectores que más se prestan a ello son la hostelería y las pequeñas construcciones. Puntualiza Miguel Abreu que es más común en estructuras pequeñas que no tienen representación sindical. «Los comités de empresa están muy encima de que se cumpla lo pactado en el convenio, pero cuando no hay es difícil que el trabajador se defienda en solitario», insiste.
En cualquier caso, el responsable sindical aclara que todas las horas extras «deberían estar prohibidas mientras continúen los niveles de paro actual». Con 173.289 desempleados, el último dato de mayo que se dio a conocer la semana pasada, «resulta inviable hablar de horas extraordinarias», recalcó Abreu. Solo por hacer el cálculo, si se suman todas las horas de más que se hacen -tanto las remuneradas como las que no- suponen 64.700 a la semana, tal como recoge la última Encuesta de Población Activa. Si se dividen por 40 horas semanales de jornada media que realizan los asalariados suponen 1.617 empleos que se pierden.
La justificación es directa: a más horas extras, menos trabajo. El responsable de Empleo de UGT se muestra claro en este asunto y asegura que por cada cuatro trabajadores que no hagan ese tiempo anexo a su jornada laboral se gana un empleo.