A la izq., Nadal celebra su sexta victoria en París. Arriba, Roger Federer felicita al mallorquín al final del partido. Abajo, Rafa descansa junto al trofeo de Roland Garros. :: MUÑOZ-EFE / KESSLER-REUTERS / POOL- REUTERS
Deportes/Mas-Deportes

Nadal VI, rey de Francia

El balear impuso su dictadura tras recurrir a la sangre fría y, más que nunca, a su espíritu luchador

PARÍS. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Con su sexto título, Rafa Nadal se confirmó como el rey absoluto en las pistas de la capital francesa, en un año especialmente complicado, donde recurrió a su alabada sangre fría e hizo gala más que nunca de su espíritu luchador. El serbio Novak Djokovic acababa de ganarle dos finales en sendos Masters 1000, en Madrid y Roma, y llegaba a París invicto en 2011, hasta su caída en semifinales contra el suizo Roger Federer. Nadal, que no comenzó bien en este Roland Garros, parecía estar acorralado hace apenas dos semanas, pero renació.

«Muchas gracias por el apoyo del público. Muchas gracias y hasta la próxima», concluyó en francés su discurso de la recogida del trofeo, en el que alternó el inglés y el español. Ese gesto de despedida le hizo ganarse la ovación del público de París, más partidario de Federer.

Nadal no se escondió nunca y tras su mal inicio ante John Isner -necesitó cinco sets y remontar para ganar en primera ronda- y Pablo Andújar -segunda ronda- fue el primero en hacer autocrítica, en un gesto que disparó las alarmas. «Lo que me está fallando más son las piernas y eso es consecuencia de la cabeza. Tengo que centrarme en poder superarlo. O lo consigo, o me voy a pescar a Mallorca y espero al siguiente torneo», dijo, preocupado, tras ganar a Andújar.

Piernas y cabeza. Esas fueron paradójicamente dos de sus principales armas en la final ante un rival que venía liberado de presión y lanzado. Es en Francia donde Nadal forjó su leyenda y donde es el rey, ganándose poco a poco los favores y la admiración del público local. A sus 25 años, que cumplió en las semifinales frente al escocés Andy Murray, Nadal es ya un veterano de los circuitos que a veces se siente como si tuviera «cien años».

Sigue siendo el número uno y desde el Roland Garros del año pasado ha ganado todos los 'Grand Slam', salvo el Abierto de Australia de este enero. Es una celebridad y su imagen vende, ya sea el turismo en su isla natal, pantalones de una prestigiosa firma italiana o discos de la colombiana Shakira, con la que protagonizó un videoclip de alto voltaje erótico.

En las pistas, sus números son impresionantes: ha ganado con este diez torneos del 'Grand Slam', haciendo pleno en las cuatro citas (Australia-Francia-Wimbledon-Estados Unidos), conquistó el oro olímpico en Pekín-2008, la Copa Davis con España y es el número uno de la ATP. En Roland Garros, iguala el récord del sueco Bjorn Borg, con seis trofeos.

En Francia el único que ha conseguido derrotarle sobre tierra batida es el sueco Robin Soderling, en los octavos de 2009, única edición donde Nadal no se coronó.

Wimbledon, el 'jardín' donde Federer se ha proclamado campeón en seis ocasiones, será ahora el gran reto y donde tenga que defender el título y el número uno. Pero París, una vez más, le ha cargado las pilas y ha agrandado su leyenda.