La piratería provoca pérdidas de casi 600 millones de euros
Actualizado: Guardar«No conozco a nadie que haya comprado un libro digital. Muchos se los bajan de Internet, pero eso sí, sin pagar». Una afirmación del editor Antonio López representativa de lo que piensa el resto del gremio. No solo editorial, también librero. La preocupación existe. Porque la piratería va más allá del cine y la música. Los datos hablan por sí mismos. Según un informe del Observatorio de la Piratería Digital, que realiza la Coalición de Creadores e Industrias de Contenido, en 2010, la piratería de libros subió hasta el 43,5%, lo que supone una subida respecto a 2009 del 120,8%.
Los porcentajes se traducen en una pérdida para la industria de cerca de 581,1 millones de euros, que se dice pronto. La cifra ha puesto en jaque al sector. Teme que lo que se vislumbraba como un nuevo negocio de futuro acabe convirtiéndose en un agujero negro. Algunos editores, como el propio José Manuel Lara, presidente del grupo Planeta, ya ha instado al Gobierno a adoptar medidas urgentes.
Por su parte, el director ejecutivo de la Federación de Gremios de Editores (FGEE), Antonio María Ávila, confía en la ley antidescargas, más conocida como 'ley Sinde': «No solucionará el problema, pero nos llevará por el buen camino». A su juicio, el asunto es más grave de lo que parece porque entra en el terreno del comercio exterior. Ávila vaticina represalias. «España tiene el deshonroso papel de ser el país más pirata de Europa, lo cual está provocando conflictos internacionales. Al violar tratados internacionales perdemos las ventajas comerciales que nos deberían proporcionar a cambio de respetarlo», sentencia el director ejecutivo de la FGEE, para quien, en el caso concreto del libro, lo que está haciendo no es otra cosa que «estrangular e impedir que nazca un nuevo mercado como es el del libro digital».
Costosas inversiones
En opinión de Antonio María Ávila, el temor a esa piratería explicaría el estancamiento en los contenidos frente al aumento de dispositivos lectores en el mercado. «No es que se piratee porque no exista oferta, no hay oferta porque hay piratas», apunta, haciendo hincapié en las «costosas inversiones» que requiere un sector que se sabe que no será rentable en muchos años». «Si, además, se da la situación de que no existe la menor seguridad jurídica ni las instituciones permiten funcionar al mercado, pues se ralentiza aún más», puntualiza ante unas perspectivas no demasiado halagüeñas para la industria.
Y no por la amenaza del libro digital, al que nadie teme. Sino por la crisis. En Andalucía, las ventas en el sector librero se han reducido notablemente y, al igual que en otras comunidades, no hay demasiada esperanza en este año.