Jorge Sanz contrata a un extraño para que mate a su mujer por serle infiel en 'Crimen Perfecto'. :: L. V.
ENTREVISTA

«Hay que saber estar arriba y abajo»

Tras lanzar una serie que ironiza sobre su vida, se sube a las tablas del Falla con la idea de matar a su mujer en 'Crimen perfecto'Jorge Sanz Actor

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Alejado desde hace tiempo del cine, después de rodar más de medio centenar de películas, Jorge Sanz acaba de terminar un proyecto muy personal, la serie '¿Qué fue de Jorge Sanz?', una idea que gestó junto a su amigo David Trueba y que ironiza sobre el lado más negro de la fama. No obstante, ahora su vena interpretativa ha encontrado un nuevo filón en el teatro. Tras varios años dedicado a la escena, en 'Crimen Perfecto', la obra que llega mañana al Teatro Falla, el actor se mete en la piel del marido celoso y ambicioso de Grace Kelly en la versión cinematográfica de Alfred Hitchcock, que después tuvo un 'remake' protagonizado por Gwyneth Paltrow. Pese a su sempiterna cara de buenazo, Sanz confiesa que le encanta hacer de villano. Así que mañana mostrará su lado más oscuro en la pieza que dirige Víctor Conde, donde le acompañan Elena Furiase y Pablo Puyol, famosos sobre todo por sus papeles televisivos.

-¿Le ha costado ponerse en la piel de este pérfido marido?

-Es divertidísimo de interpretar, en vez de fijarnos en la versión del autor de la obra, lo hicimos en la peli de Hitchcock, que pensaba que cuanto más malvado fuera el personaje, mejor sería la trama. El personaje es un tío cínico e inteligente. Una maravilla.

-Entonces, ¿es de los que piensa que siempre es más divertido hacer de malo?

-Sí, por supuesto.

-¿Y es fan de Hitchcock?

-Mucho. Mi favorita es 'Con la muerte en los talones'. Soy muy fan de Cary Grant y esa es de sus películas más completas. Hitchcock fue un estudioso de la técnica y la narrativa, y hacía las películas en los despachos, con su operador. De ahí su famosa frase: 'La película ya está hecha, ahora solo queda rodarla'.

-Ahora que dice lo de Cary Grant, ya tuvo el lujo de interpretar su papel en 'Arsénico por compasión' en el teatro hace años.

-Claro, fue un reto importante. Pero en aquella época la técnica teatral todavía me abrumaba, ahora es cuando de verdad estoy disfrutando sobre el escenario.

-¿Alguna vez se ha sentido un galán del cine?

-No, yo siempre he pensado que he tenido suerte y la edad precisa para dar vida a determinados personajes. No he pensado que fuera más guapo que otros, pero sí que era mejor actor (risas).

-Y ahora, ¿seguirá con el teatro o volverá al cine?

-Tengo esta gira hasta el año que viene. Luego tengo otro proyecto teatral para el verano de 2012 y ahora tengo un papelito en una película que empezará a rodarse en una semana. Así que me puedo dar con un canto en los dientes.

-¿De qué época de su trayectoria guarda mejor recuerdo?

-De todas, cuando era niño, después, y sobre todo ahora, que domino más la técnica narrativa en el teatro y veo el oficio desde una nueva perspectiva.

-¿Cree que marca empezar como actor desde niño?

-No sé que decirte porque no soy objetivo. Sé que era estupendo de niño, pero este oficio es complicado, evolucionas todo el rato y a veces cuando crees que estás mejor no es así. Pero la experiencia vale mucho.

-Muchos de sus compañeros de rodaje se han convertido en sus amigos. ¿Quién le ha aportado más?

-Soy muy amigo de los Trueba: Fernando, Cristina Huete, David... Son mi familia y con los que más he disfrutado de este trabajo.

-David Trueba dice que ha sido valiente por hacer la serie sobre su vida, '¿Qué fue de Jorge Sanz?' ¿Cómo ha funcionado el proyecto?

-No ha podido ir mejor. Ha salido de nuestras anécdotas y de las ganas de rodar y pasárnoslo bien. Lo compró Canal + y ha gustado mucho, a público y crítica. Estoy muy satisfecho. Pero no creo que sea algo tan valiente. Soy el primero que se ríe de sí mismo. Es lo que tiene más mérito.

-También dice Trueba que es bueno mostrar las debilidades de la gente del cine. ¿Cuáles son los principales falsos mitos que existen?

-Siempre se tiene la imagen bonita del oficio, pero está formado por gente que tiene que pagar facturas y ganarse la vida. Esa es la cara B. Hay que verlo desde dentro.

-En su caso, ¿qué ha sido lo más duro de su carrera?

-Nada, tengo que estar orgulloso y agradecido por mi carrera, que es larga y como todas, se está arriba a veces y otras no, y hay que saber llevarlo.

-¿Cómo ve el cine español?

-Está todo tan politizado, que eso nos afecta. Además, hay mucha gente que no le gusta nuestro cine, peor, que lo odia. Yo creo que el cine en general no debería estar doblado y así la gente simplemente iría a ver historias.

-Eso sí, las cintas españolas están condenadas a permanecer poco tiempo en las carteleras...

-Es que no podemos competir con las redes de distribución norteamericanas. La solución la tenemos los cineastas, hay que hacer historias que gusten y lleguen a la gente.

-¿Cómo valora el cambio de presidencia en la Academia de Cine?

-Me gustaba mucho Álex, lo que pasa es que el que tenemos ahora es un distribuidor y ese tema en España es una de las patas cojas de la mesa, así que espero que trabaje para nuestro cine y no para los intereses de los distribuidores.

-¿Ve alguna solución al tema de las descargas ilegales?

-La gente no puede pensar que todo es gratis. Sólo queremos vivir de nuestro trabajo. Es curioso que los que peor hablan de la SGAE y los autores son los que más deben, los grandes grupos de comunicación. Estan generando el odio en la gente.

-El discurso de Álex de la Iglesia iba más en otra dirección, hacia una apuesta por usar internet en beneficio del cine, no oponerse a la evolución de la tecnología...

-Sí, me parece bien, yo también soy usuario de internet, todos. Pero hay que concienciar a la gente en que hacer una película cuesta mucho, hay que buscar nuevas fórmulas.

-Creo que odia las redes sociales...

-No me divierten. Me gusta el contacto personal. No las entiendo.

-¿Donde le gustaría verse dentro de veinte años?

-En un harén rodeado de mujeres. Profesionalmente, donde ahora, estoy muy orgulloso de mi carrera. Sobre todo me gustaría trabajar