
El SAS exige a las farmacias que dispensen el medicamento más barato
La Junta de Andalucía no pagará a las boticas que den a los pacientes un producto más caro que el prescrito por el médico
CÁDIZ. Actualizado: GuardarEl Servicio Andaluz de Salud (SAS) exige que las farmacias dispensen el medicamento más barato cuando el médico recete un genérico y no una marca. Hasta ahora las farmacias ofrecían la posibilidad, cuando no tenían el más barato, de asumir la parte del precio que no pagaba el SAS y que el paciente se llevara uno de marca. Pues esto se ha acabado. A partir del 1 de junio, el SAS no pagará a las boticas nada del medicamento, si no es el genérico que recetó el médico. La intención de la Junta es que solo tengan salida los medicamentos más económicos y obligar a que los laboratorios compitan por ofrecer mejores precios, para reducir el gasto de las arcas públicas.
Lo cierto es que desde el año 2001, las partes en conflicto (farmacias y sistema público) habían acordado que darían preferencia a la dispensación de medicamentos genéricos (sin marca). Este convenio se formalizó con la Ley 29/2006, de 26 de julio, de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios. Hace ya casi cinco años. Esta norma articuló un recurso para los casos en que por causa de desabastecimiento, si la farmacia no tuviese el más barato, pudiera dispensar otro de las mismas características asumiendo la propiedad de la botica el coste de la demasía. Así si un médico recetaba un genérico que costaba al público un euro y medio y la botica no lo tenía podía vender otro más caro, por ejemplo de dos euros y medio, y se hacía cargo de ese euro de diferencia. El paciente no salía perjudicado. Y la farmacia tampoco, porque los grandes laboratorios ofrecen descuentos por grandes compras y al final ese euro que 'perdía' el farmacéutico lo 'ganaba' en bonificaciones. Esto, que era una excepción a la norma, se convirtió en lo habitual. A veces por exigencia de los propios pacientes, que prefieren el medicamento de marca que el genérico; por su presentación, por que tenga más dosis de principio activo, o por costumbre.
Duras acusaciones
Ante este endurecimiento de la norma, boticas de otras provincias, como Málaga, han puesto carteles informativos en sus mostradores para explicar que se veían obligados a dispensar el medicamento más barato y que si querían un cambio en el tratamiento, que recurrieran al médico.
Y se desató la guerra abierta. El SAS tiene colgado en su web un documento muy duro contra los gestores de las farmacias (que por otra parte, forman parte del mismo sistema sanitario). En él se dice que las farmacias no pueden hacer volver a los pacientes al médico por este motivo. «En el caso de que tengamos constancia de que se están llevando a cabo estas prácticas, que suponen tomar al paciente como rehén en beneficio de unos intereses económicos de un colectivo, tomaremos las medidas pertinentes», según se lee en la página del SAS.
La novedad se está comentando en todas las farmacias gaditanas, porque es un asunto que toca al día a día de muchos pacientes, sobre todo, de aquellos con enfermedades crónicas. Desde la delegación provincial de Salud, aseguraron que en Cádiz no han tenido ningún problema. Es más, el delegado de Salud, Hipólito García, agradeció «la colaboración y la buena praxis de los profesionales farmacéuticos gaditanos». Aunque García suscribe el texto íntegro publicado por el SAS.
A este periódico le consta que la inspección ha visitado las principales farmacias de la provincia para advertir de las consecuencias que podría traer a la farmacia no acatar la norma. Según la delegación de Salud, esto responde a la labor informativa habitual que se hace cada vez que se produce una novedad en el sistema.
El presidente del colegio de Farmacéuticos de Cádiz, Felipe Trigo, también hizo declaraciones apuntando a la total normalidad en la provincia. Trigo subrayó que las boticas gaditanas «saben que tienen mecanismos para dispensar el medicamento más barato o en su defecto el siguiente sin fastidiar al paciente y sin cambiarle el tratamiento». Y sentenció que no ha habido ninguna farmacia que «haya metido la pata como en otras provincia donde han colgado carteles, con los que yo no estoy de acuerdo».
El trasfondo
Pero la pregunta obligada es: si todo esto está regulado desde 2006, ¿por qué este endurecimiento de la norma ahora? Fuentes cercanas al colectivo de farmacéuticos explicaron que esta es la consecuencia del último desencuentro entre las boticas y el SAS. En 2010 las boticas sufrieron dos grandes rebajas en sus márgenes de beneficio. La primera fue regulada en el Real Decreto (RD) 4/2010, por el que la Administración bajó el precio de los genéricos un 30%. Y la segunda, la del RD 8/2010, por la que se recortaron los márgenes de beneficio: en un 20% para los pañales, en un 7,5% otros productos sanitarios (como las bolsas de colectomías) y los medicamentos novedosos. El 1 de marzo de este año la Junta rebajó otra vez los beneficios de las boticas. De esta forma, la facturación de las farmacias andaluzas ha descendido un 18% desde abril de 2010 hasta el mismo mes de 2011. Con este panorama, la Junta quiso negociar el Plan de Estabilidad, que los propietarios de farmacia entendieron como un nuevo recorte. Siete provincias andaluzas se negaron a firmarlo, excepto Cádiz, cuyo colegio respaldó la propuesta. Esto ocurrió hace un mes y ahora llega el endurecimiento de la norma de los genéricos.
Uno de los argumentos del presidente del Colegio de Farmacéuticos de Cádiz para apoyar aquel Plan de Estabilidad fue que más valía llegar a un acuerdo con la Junta que tener que acatar decisiones unilaterales como esta.