El juicio a Mubarak convierte el 3 de agosto en otra fecha histórica para los egipcios

Después del 11 de febrero, es posible que muchos egipcios hayan marcado ya en sus calendarios otra fecha histórica: el 3 de agosto, día en que Hosni Mubarak será juzgado en El Cairo por el asesinato de manifestantes y por corrupción y enriquecimiento ilícito. El que durante 30 largos años gobernó Egipto será presentado ante el juez junto a sus hijos Alaa y Gamal, uno de los momentos más esperados por las decenas de miles de egipcios que han visto cómo la Revolución, que en 18 días consiguió derrocar al déspota, ha ralentizado su paso en los últimos meses.

Las dudas se centran ahora en si la salud del expresidente le permitirá asistir al juicio. Mubarak se encuentra hospitalizado por problemas cardiacos desde el pasado 12 de abril, un día antes de que el fiscal general ordenara su detención y la de sus dos hijos, que duermen desde entonces en la prisión de Tora, a las afueras de la capital. A partir de aquel momento, su orden de arresto se ha ido prolongando cada 15 días, y a los primeros cargos que se le atribuyeron por tráfico de influencias y daño premeditado a los fondos del Estado se sumó el pasado 24 de mayo el de asesinato premeditado y el de intento de homicidio de manifestantes.

La semana pasada fue condenado además a pagar 23,3 millones de euros por ordenar el corte de los servicios de telefonía móvil e Internet durante las revueltas. El juicio, cuya fecha fue anunciada ayer por Abdelaziz Omar, presidente del Tribunal de Apelación de El Cairo, se celebrará casi seis meses después de la caída del 'rais'.