«Estoy en la calle, no tengo nada»

Me daba mucha vergüenza llegar a esta situación, pero he sufrido más teniendo que volver a mi casa a vivir con mis padres. Me han quitado la casa que yo tenía porque no podía hacer frente a los pagos y ahora me veo sin nada. No tengo nada que perder». Con estas duras palabras resumía el jerezano Jacobo Carreras su complicada situación cuando entregó una señal en concepto de compra hace cinco años de una vivienda que no ha podido disfrutar por «problemas entre Jerezana de Comunidades y la Junta de Andalucía».

Esa idea asegura Jacobo Carreras al señalar que «hace cinco años me compré una segunda vivienda con Jerezana de Comunidades para invertir. Cuando encontré un comprador y me ofreció una señal, pedí una copia simple y mi sorpresa fue total al comprobar que habían embargado la vivienda. Jerezana de Comunidades había solicitado los terrenos como protección oficial, pero no hicieron viviendas bajo esa licencia. Se hicieron de renta libre y la Junta de Andalucía le pidió el dinero de esas subvenciones. La empresa no devolvió esas ayudas y embargaron las propiedades que no fueron escrituradas».

Y es que Jacobo Carreras, que permanecerá todas las mañanas desde las 9.00 hasta las 14.00 horas en la alameda Cristina, lamenta que «tenía entregado 47.000 euros, pero ahora me veo en una situación en la que no puedo vender la casa por ese embargo que soporta y tampoco me devuelven el dinero que di a la entrega de llaves. He pedido explicaciones y ellos sabían que no era lícito lo que hacían. No me dan solución al problema y ni tengo casa, ni tengo el dinero entregado».

«Solo pido mi dinero. El dinero que estuve ingresando poco a poco. Mis abogados pedirán daños y perjuicios por todas las molestias que me han causado en este tiempo, porque tampoco puedo devolver los más de 9.000 euros que me entregó el comprador de la vivienda como señal», subraya desde su emplazamiento en pleno centro.

Nada que perder

Sin duda, Jacobo Carreras no ve una salida fácil a su problema y confiesa que «ahora no tengo ni una casa ni la otra. Estoy en la calle. Pido el dinero que entregué porque con ello sí hubiese podido hacer frente a los pagos de mi hipoteca. Estoy tirado en la calle, insolvente, parado y sin nada. Tengo un niño de cinco años y separado. No tengo nada que perder. No sé si ganaré algo con esta protesta, pero ya no puedo perder más. Lo único que me queda es la ropa. Fue el mayor palo de mi vida y ahora he buscado un punto de inflexión que empieza con esta protesta».

Por último, Jacobo Carreras muestra su decepción con todas las partes y apunta que «dicen que me dejarán escriturar cuando Jerezana de Comunidades levante el embargo que pesa por parte de la Junta de Andalucía. Han dejado dos o tres propiedades embargadas y he puesto una querella criminal».