La Fiscalía apoya recusar a cinco magistrados que juzgarán a Garzón
Considera que su abstención apartaría «cualquier sombra de sospecha» en el juicio por los crímenes del franquismo
MADRID. Actualizado: GuardarLa Fiscalía del Tribunal Supremo respaldó ayer la recusación de cinco de los siete magistrados que juzgarán a Baltasar Garzón por prevaricación en la causa del franquismo. El Ministerio Público aceptó una de las dos razones que esgrimió el juez para pedir la abstención de estos magistrados. Se trata de su participación en la instrucción de la causa penal a través de «numerosas resoluciones». No obstante, la decisión final la tomará la próxima semana la Sala del 61 del Supremo, órgano competente para estudiar las recusaciones contra miembros del alto tribunal.
La Fiscalía recuerda que los cinco jueces recusados por Garzón (el presidente de la Sala de lo Penal, Juan Saavedra, y los magistrados Adolfo Prego, Joaquín Giménez, Francisco Monterde y Juan Ramón Berdugo) han respaldado «sin fisuras» la labor del instructor de la causa, el magistrado Luciano Varela, y han rechazado uno tras otro los recursos planteados por la defensa de Garzón, «así como las insistentes y muy fundadas solicitudes de sobreseimiento instadas por el Ministerio Fiscal», que desde el comienzo del proceso solicitó a la Sala de lo Penal el archivo de las actuaciones.
Se trata, para la Fiscalía, de una abstención «preventiva». «No porque se pueda aventurar o sospechar una actuación futura de la Sala recusada que pueda tildarse de falta de imparcialidad, sino, solo y exclusivamente, para apartar cualquier sombra de sospecha» en la aplicación de la ley, asegura en su escrito remitido a la Sala del 61.
El órgano acusador resalta en su exposición las similitudes del caso de Garzón con el del exjuez de la Audiencia Nacional Javier Gómez de Liaño, al que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos le dio la razón debido a que no tuvo un juicio «independiente y parcial», por lo que condenó a España a indemnizarle con 5.000 euros. Precisamente, Gómez de Liaño tomó la misma estrategia que Garzón y solicitó la recusación de los magistrados que le juzgaron porque ya habían intervenido en la instrucción de la causa.
«Irreprochable»
Con respecto a la segunda de las razones que argumentó Garzón para pedir la abstención de los magistrados, que fue la de tener un interés directo o indirecto en el proceso, la Fiscalía no apoya este punto.
Para ello responde que «no se puede presumir la falta de imparcialidad subjetiva de la Sala recusada, sino que, desde este punto de vista, toda su actuación procesal aparece como irreprochable».
El abogado de Garzón, Gonzalo Martínez-Fresneda, consideró que estos magistrados defendieron una interpretación de la ley procesal determinada para salvar su competencia y formar parte del tribunal que juzgará al juez. «Ellos fueron los que admitieron la querella (del pseudosindicato Manos Limpias) y quienes controlaron la instrucción (del magistrado Luciano Varela), que ha supuesto la suspensión del juez», defendió el letrado.
De los magistrados recusados solo Joaquín Giménez se ha mostrado favorable a su abstención por los mismos motivos esgrimidos por Garzón. Mientras que el resto suscribieron un informe en el que señalaban que no se ha visto afectada su imparcialidad y aseguraban que no albergan «una idea preconcebida acerca de la culpabilidad o ausencia de ella del recusante».
Los otros dos magistrados del Supremo que deben juzgar a Garzón son Andrés Martínez Arrieta y Miguel Colmenero.