Economia

Altadis recrudece su 'guerra' con Philip Morris

La compañía tabaquera vuelve a abaratar sus marcas para contrarrestar la reciente bajada de su rival

MADRID. Actualizado: Guardar
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La 'guerra del tabaco' se recrudece. El último movimiento ha sido de Altadis, que ha vuelto a abaratar sus marcas más emblemáticas (Fortuna, Ducados y Nobel, entre otras) para contrarrestar la bajada decretada recientemente por Philip Morris, que el pasado día 27 hizo lo propio con Marlboro, Chesterfield y L&M. La tabaquera controlada por Imperial asegura que da este paso para proteger su competitividad «ante el agresivo movimiento de precios» de su gran rival estadounidense.

La firma subrayó que seguirá teniendo «un comportamiento responsable» y que trabajará «con todos los interlocutores en la industria del tabaco para contribuir a resolver esta situación». Este último movimiento ha dejado en 3,5 euros las cajetillas de Fortuna y de Nobel, que antes se pagaban en los estancos a 3,7 euros, y en 3,4 euros, diez céntimos más barata, la de Ducados Rubio. De este modo, Altadis -que no dudó en recordar su liderazgo y su condición primer empleador del sector tabaquero en España- sitúa sus referencias en los mismos diferenciales de precio existentes en el mes de abril.

La ley antitabaco, con el consiguiente descenso del consumo (26% hasta marzo), y la subida impositiva al sector aplicada en diciembre de 2010 ha impactado tanto en el negocio como en las arcas del Estado, que han sufrido un recorte de 130 millones de euros en el primer trimestre en términos interanuales. El Gobierno confía en recaudar 780 millones este año de las labores del tabaco; algo que el propio sector pone en duda.

El vaivén de los precios de los cigarrillos ha conseguido despistar a los consumidores, los estanqueros y a la hostelería en pleno, que cada día se despiertan sin demasiada seguridad sobre los precios que regirán en las horas siguientes. El director de asuntos corporativos y jurídicos de Altadis, Jaime Gil-Robles, reconoció su sorpresa por los movimientos de Philip Morris y lamentó «profundamente» la situación creada.

Gil-Robles aprovechó el anuncio de la bajada (efectiva a partir del 1 de junio) para cargar contra el nuevo marco impositivo del tabaco, del que dijo que «ha incrementado aún más la presión fiscal». Algo que, a su juicio, «favorece a las marcas 'premium'» y «perjudica claramente a las marcas nacionales que se fabrican en España». El directivo fue un poco más lejos y aseguró que corrientes como la iniciada en diciembre no aseguran una mayor recaudación y pueden dar alas al contrabando y el mercado negro.