Movimiento a prueba
Actualizado: GuardarLos integrantes del Movimiento 15M que en las dos últimas semanas han desarrollado intensos debates en las plazas ocupadas parecen haber comprendido que la perpetuación de sus concentraciones corre el riesgo de convertirse en una finalidad que acapare y agote toda su energía sin que ésta irradie hacia el conjunto de la sociedad. La visibilidad del movimiento ha concedido a este una notoriedad que no hubiese alcanzado de otra manera. Pero también ha evidenciado sus carencias en cuanto a su cohesión interna y en lo que respecta a la solvencia de sus alternativas. Quince días de debates no han ofrecido mayores frutos que los de las inquietudes y críticas expresadas al comienzo. El temor a que el levantamiento voluntario de las acampadas conlleve la inmediata disolución de un movimiento que influyó muy levemente en el comportamiento electoral del 22 de mayo estuvo presente en las asambleas de ayer. Pero el Movimiento 15M demostrará su solidez y consecuencia precisamente siendo capaz de renunciar a la ocupación de las plazas.