Messi, Guardiola, Abidal...y Rexach

Varios nombres pasarán a la historia por la final de la Champions de 2011, con tres protagonistas por encima del resto: Messi, Abidal y Guardiola. El entrenador del Barcelona pasará por ser el ideólogo de un estilo de fútbol que enamoró al aficionado durante años y que marcó una época pese a que los cimientos de su pizarra se fraguaron en otras mentes, que no contaron, eso sí, con el corazón y el talento que el bueno de Pep ha tenido la suerte de encontrarse al frente del Fútbol Club Barcelona, que si ya antes se consideraba 'mes que un club', ahora también podemos añadir que ha conseguido hacer 'mes que fútbol'.

El corazón no puede estar mejor representado que en la figura de Abidal, cuya historia de superación tras serle extirpado un tumor en el hígado hace apenas dos meses llenó de sentimentalismo la cita de Wembley, más aún cuando Puyol y Xavi decidieron cederle el honor de portar el brazalete de capitán al final del encuentro para que fuera el francés el primero en levantar la 'orejona' y todos pudieran oír bien alto su grito de liberación.

El talento encuentra su máxima expresión en el mejor jugador que han visto mis ojos y los de Guardiola, aunque yo, al contrario que él, espero ver alguno que otro que le supere por la evolución propia del deportista de élite. Leo Messi es un elegido para esto del balompié, recogiendo el testigo de un compatriota suyo que, paradójicamente, tuvo que usar la mano para que le encumbrasen a la categoría de Dios. Maneja la pelota con la misma naturalidad con la que a los 13 años soportaba el tratamiento hormonal con inyecciones para curar su problema de crecimiento. Y bien que ha crecido.

Por eso ahora más que nunca es cuando los aficionados del Barcelona deben acordarse de la persona que hizo posible que Messi se quedara en la Masía, que se sintiera como en casa, que disfrutara lo máximo posible para hacer disfrutar ahora a la gente. La Champions es de Messi, de Guardiola, de Abidal... y también de Charly Rexach.