ESPAÑA

El PP, del aislamiento en Cataluña a conquistar Badalona

Los populares de Alicia Sánchez Camacho logran situarse en el centro del tablero con su estrategia de pactos

BARCELONA. Actualizado: Guardar
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El Partido Popular de Cataluña ha pasado en menos de cinco años de ser un partido marginal, rechazado y ninguneado por todas las demás formaciones catalanas, a estar en el centro del debate y contar para la gobernación de las principales ciudades y también de la propia Generalitat. Lejos quedan los tiempos del Pacto del Tinell de 2003 -un acuerdo entre independentistas y socialistas que incluía una cláusula que descartaba la posibilidad de cualquier pacto de Gobierno o de legislatura con el PP- o cuando, en las elecciones autonómicas de 2006, Artur Mas acudió al notario para demostrar que pasara lo que pasara no recurriría a los escaños populares para lograr una mayoría estable de gobierno.

Ahora, el PP es cortejado por Mas para que apoye los Presupuestos de Cataluña e, incluso, la presidenta regional del partido, Alicia Sánchez Camacho, enarbola la bandera del catalanismo para defender y apoyar al 'Govern' en su reclamación al Gobierno central del pago del fondo de competitividad. Casi parece olvidado el duro enfrentamiento de la época del Estatuto, recurrido ante el Constitucional por los populares en 2006.

El badalonés Xavier García Albiol, que ha centrado su campaña en lanzar mensajes muy duros contra la inmigración, es el ejemplo municipal de lo que hoy representa el PPC, un partido al alza. Ganador también en Castelldefels -toda una pica en Flandes en medio del feudo socialista del Baix Llobregat-, el PP podría lograr gobernar la tercera ciudad más poblada de Cataluña, Badalona, un bastión clásico del PSC, así como ser el partido decisivo en Tarragona y puede que también en Barcelona, aunque menos.

Xavier Trias, ganador convergente en la capital catalana, ya ha expresado su intención de gobernar solo, pero se ha dirigido al PP para tratar de «colaborar a lo largo del mandato». En Badalona, el acuerdo PP-CiU se antoja más complicado, ya que Albiol es visto como la derecha más extrema del PP y CiU podría pagar caro su apoyo. «Haga lo que haga, pringo», admitió en Twitter el jefe de filas de los nacionalisas en esta localidad.

El ascenso del PP -de 284 concejales a 473- se debe a que ha conseguido pescar en los caladeros del PSC aprovechando el malestar de quienes habitan en barrio castigados por la crisis y el paro. De ete modo ha logrado normalizar su posición en Cataluña. Fue la tercera fuerza en municipales y en autonómicas. Albiol es la figura emergente, pero el referente es Sánchez Camacho, presidenta del partido desde 2008. Suyo es el mejor resultado de la historia del PP en Cataluña : 18 escaños y casi 400.000 votos. Su estrategia: mantener la mano tendida a CiU y afianzar puentes por lo que pueda pasar en 2012.