AL CABO DEL MES

GREGORIO SAMSA EL 23M

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Cuando Gregorio Samsa se despertó el 23M después de un sueño intranquilo, se encontró convertido en un vulgar político. Se había incorporado y sentado al borde de la cama y, al alzar la nalga, creyó notar la humedad de brotes verdes, pero era kafka, así que renovó sus votos de apostasía antes de colocar el Mesías de Haendel con el que se daba su baño de presunción (incluso de inocencia) cada mañana, Qué ha ocurrido, pensó... (casi ná). Días antes había contribuido al copyright de Indignez-vous con su compra (cosas del mercado, hasta pensamientos vende) y se sentía indignado porque aquella idea no fuera suya (15, 22, por 7, cachis), más cuando, a la vista del corte de mangas que Netanyahu le dio a Obama, había decidido desviar los cuartos de Alianza de Civilizaciones a las Fiestas de Alcoy, de ahí su nueva cosa astral, #acampadasol: ¡Trabajo digno! ¡Vivienda digna! ¡Soberanía para el pueblo! la leche, pensó, esta gente es más constitucionalista que el TC, ¡Hay que escucharlos porque tienen razones para el descontento! (declaró) y ninguna se las había dado él, vamos, cómo sería que pedían la reforma de la ley electoral para que el político estuviera supeditado a la sociedad y esta decidiera qué quería y cómo... pagarle a Hessel por eso... desde chico lo venía él pensando.

Gregorio Samsa escuchó como nadie a aquellos indignados y si bien no entendió nada (el megáfono, que andaba corto de pilas), su sensibilidad quedó impregnada de aquella estampa, por lo que, con los últimos compases del Mesías enarcó el índice sobre la enarcada ceja y en plan papa laico se dijo Fíjate, Gregorio, que me parecían Delacroix en La libertad guiando al pueblo y ahora se me representan más un Picasso... no sé ¿Los saltimbanquis? (bueno, lo de la cosa artística son otros lópez, Pashi, concretamente, ya hablaremos de ello porque Gregorio Samsa... Continuará).