«Es un logro para todas las mujeres que trabajamos allí»
Actualizado: GuardarAdela Sastre vivió de primera mano toda la polémica del caso de las faldas. Fue una de las enfermeras de planta expedientadas por utilizar el pijama en lugar del uniforme tradicional y recuerda esa época como uno de los momentos de mayor presión. Entonces ocupaba la presidencia del comité de empresa y estuvo al frente de todas las denuncias que se impusieron. Ahora recibe la sentencia con alivio. «Era cuestión de tiempo», decía ayer con satisfacción. Ahora utiliza el uniforme de falda, pero confía en que esta sentencia le facilite las cosas para volver a ponerse el pijama sanitario. «Es mucho más cómodo y creo que todas las mujeres que trabajamos en las clínicas Pascual tenemos derecho a sentirnos bien en nuestro trabajo», insiste. También confía en que la sanción y el expediente se diluya tras el fallo del Supremo.