Barbacoa bajo el «típico sol inglés»

De gala por la noche y en mangas de camisa, pero con corbata, al mediodía. A Barack Obama le gusta cocinar y ayer se ocupó de la barbacoa que organizó el primer ministro británico en el jardín de su residencia oficial, en el 10 de Downing Street. David Cameron repartió junto al líder estadounidense salchichas y hamburguesas a los militares y sus mujeres que asistieron al almuerzo bajo un esplendoroso sol primaveral. Sus respectivas esposas, Samantha y Michelle, también colaboraron ofreciendo ensalada y verduras a los comensales.

Ni los anfitriones ni los invitados de honor acusaron de lleno el humo que desprendía la barbacoa, pero el dirigente 'tory' no se resistió a aprovechar la oportunidad de gastar una broma con la palabra 'grill', que tiene un doble sentido en inglés: parrilla y acribillar en un interrogatorio.

«Soy el único primer ministro británico que ha acribillado a un presidente de EE UU», rió al comparecer poco después ante los medios de comunicación. En respuesta, Obama agradeció el «típico sol inglés» que le ha acompañado en su viaje de Estado a Inglaterra.

La visita oficial del presidente estadounidense llegó a su apoteosis por la tarde, con la intervención del jefe de la Casa Blanca en el Parlamento de Westminster. Fue un acto histórico del que paradójicamente se ausentó Michelle Obama.

La primera dama de EE UU optó por desplazarse a la cercana Universidad de Oxford para compartir consejos y animar a unas escolares a apuntar hasta lo más alto porque, según les dijo, el dinero y la raza no son tan importantes como el trabajo, la dedicación y el esfuerzo.

Los Obama ofrecieron anoche una cena de gala en Windfield House, residencia del embajador estadounidense en Regent's Park. Pusieron así punto final a su viaje de Estado a la islas británicas antes de partir hoy para a Francia, donde el jefe de la Casa Blanca intervendrá en la cumbre del G-8 que se celebra en Deauville. La gira europea del matrimonio presidencial concluirá el sábado en Polonia.