«Es negativo para la promoción turística, pero la provincia ya es de sobra conocida»

A los empresarios del sector turístico no les ha gustado la pérdida de banderas azules, porque suponen un excelente reclamo publicitario, pero admiten que el visitante no elige el destino en función a los premios que haya recibido.

El presidente de la patronal hostelera Horeca, Antonio de María, reconoció ayer que es «muy negativo» no contar con esta distinción, pero resaltó que ha sido por cuestiones muy puntuales. Según dijo, «las banderas se reparten en función de lo evaluado durante la campaña anterior, con lo que este año no tiene por qué ocurrir lo mismo y eso lo saben los que conocen cómo funciona este tipo de galardones». En general, insistió en que «son más importante los servicios que presta una playa, su oferta de ocio y su planta hotelera que el hecho de que un día la calidad del agua no sea la óptima». Especialmente porque -insistió De María- las playas gaditanas «están muy valoradas y ofrecen siempre un aspecto impecable».

Antonio Real, presidente de la Asociación de Hoteleros de Cádiz, aseguró que «no hay nada que temer», porque la provincia se sitúa entre las que más banderas ha recibido y consideró que «los visitantes tampoco tienen eso tan en cuenta». Sobre las previsiones para este verano, aseguró que «son mucho más optimistas que las del año pasado» y dijo confiar en cumplirlas.

La Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor ha repartido en Andalucía 81 distintivos, dos más que el año pasado y 603 en todo el país. Con los resultados globales obtenidos en 2011, España sigue a la cabeza de los 36 países del hemisferio norte que participan en el programa de Banderas Azules, y que valora desde la accesibilidad de las playas a la limpieza de la arena y la calidad de las aguas. Desde 1985 se conceden estas distinciones que ya son habituales en la provincia. Playas como la Victoria o la Barrosa cuentan con ellas desde casi su fundación, a pesar de que este verano se han quedado sin ellas.