El volcán enciende a las aerolíneas
Ryanair denuncia tras un vuelo de prueba que no hay ni rastro de cenizas pese al cierre del espacio aéreo escocés
BRUSELAS. Actualizado: GuardarEuropa volvió a despertarse ayer con imágenes de aeropuertos cerrados e interminables colas de pasajeros frustrados. Las cenizas del volcán Grimsvoetn, que saltaron a la atmósfera en Islandia el pasado sábado, habían llegado a Escocia y empezaban a provocar las primeras cancelaciones. Muchas aerolíneas, sin embargo, no se resignaron a que la situación se convierta en un calco de la del año pasado. Ryanair, Easyjet y la patronal mundial del sector cargaron contra las mediciones realizadas para determinar las zonas de vuelo prohibidas por alta concentración de cenizas.
Eurocontrol, la agencia europea de navegación aérea que engloba a 39 países, anticipó el lunes que la nube volcánica afectaría de lleno a Escocia. Las previsiones no fallaron y a primera hora de la mañana ya estaban cerrados los principales aeropuertos de la región, entre ellos los de Glasgow y Edimburgo. Las restricciones se extendieron durante toda la jornada a Ulster y el norte de Inglaterra, lo que provocó la cancelación de 500 vuelos de compañías como British Airways, KLM, Ryanair o Easyjet.
En Edimburgo, según constató la BBC, alrededor de 400 personas pasaron la noche en la terminal. Muchos otros pasajeros se encontraron con que su vuelo había sido anulado al llegar al aeropuerto tras un buen madrugón. Las aerolíneas, especialmente Ryanair, intuyeron pronto que la situación podía complicarse como ocurrió el año pasado con la erupción del Eyjaffjalla. Entonces, el espacio aéreo europeo estuvo cerrado seis días y las pérdidas del sector se dispararon hasta los 1.200 millones de euros. Con este recuerdo presente, la compañía envió uno de sus aviones a explorar el cielo escocés para cerciorarse del nivel de cenizas en la atmósfera. El posterior comunicado fue tajante. No se encontró ni rastro de partículas volcánicas ni en los motores ni el fuselaje de la aeronave.
Zona roja
«No hay ningún riesgo para la seguridad aérea en este mito de la zona roja», proclamó la compañía de bajo coste en referencia al área de alta concentración de cenizas marcada con este color en los mapas. Ryanair, que aseguró contar con todas las certificaciones para poder volar pese a una elevada densidad de partículas, amenazó con retomar las operaciones unilateralmente. 'The Guardian' apuntaba ayer que también Easyjet consideraba excesiva la prohibición de volar decretada por las autoridades británicas.
La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) reforzó la revuelta de las compañías al exigir «una respuesta clara, consistente y apropiada» ante la erupción del Grimsvoetn. El director ejecutivo de la patronal, Giovanni Bisignani, acusó a Londres de mantener cerrarados los aeropuertos sin verificarlo en el aire. Según denunció, la única aeronave equipada con equipos de medición «no está disponible» y carecen de una suplementaria.
La disputa entre las compañías y las agencias de navegación amenaza con alcanzar mayores cotas en los próximos días. Pese a las críticas del sector, Reino Unido apuesta en la UE por flexibilizar aún más la normativa aprobada el año pasado otorgando un mayor poder de decisión a los pilotos. Alemania, en cambio, defiende reforzar las precauciones y cerrar el espacio aéreo incluso con una densidad media de cenizas.
Según las últimas previsiones de Eurocontrol, las partículas entrarán en los espacios aéreos de Holanda y Alemania a primera hora de hoy. El servicio meteorológico germano alertó de que podrían registrarse cancelaciones en las terminales de Hamburgo, Bremen e incluso Berlín. La agencia de seguridad europea también indicó que las cenizas podrían afectar a Dinamarca, el sur de Noruega y el suroeste de Suecia.
Pese a que Eurocontrol rechazó ofrecer previsiones más allá de primera hora de hoy, el organismo confió en que de acuerdo a los pronósticos meteorológicos el impacto de la nube de ceniza sea «relativamente bajo» en los próximos días. Islandia también dio noticias alentadoras al constatar que el Grimsvoetn pierde fuerza.