Cuatro gobiernos en el alero
La fragmentación del voto es tan grande en las cuatro comunidades que existen varias fórmulas con posibilidad de victoria Los futuros ejecutivos de Canarias, Aragón, Asturias y Navarra quedan al albur de los pactos
MADRID. Actualizado: GuardarNingún partido logró el domingo pasado mayoría suficiente en cuatro comunidades autónomas como para garantizar con claridad la formación de un gobierno estable. Los nuevos ejecutivos de Canarias, Aragón, Asturias y Navarra tendrán que salir en los próximos días de la negociación y los pactos entre varias formaciones, conversaciones que aún están muy abiertas y en las que los partidos más votados en cada territorio no tendrían por qué salir siempre victoriosos.
Canarias
Populares y nacionalistas, el pacto lógico
El PP y Coalición Canaria (CC) empataron el domingo a 21 parlamentarios cada uno, pero los populares ganaron en las islas por 70.000 votos. Un gobierno de coalición entre ambos partidos sería el pacto lógico, pero tiene dos problemas. El primero, que las relaciones entre las dos formaciones están muy deterioradas, como demuestra que su anterior Ejecutivo se rompiese a seis meses de las elecciones, con la salida del PP del gabinete. El segundo, que los nacionalistas podrían exigir la presidencia para entrar en el acuerdo, cosa que el líder popular José Manuel Soria ya ha anticipado que es «innegociable». Si el pacto no es posible la alternativa de ambos sería el PSOE, con 15 escaños. CC tiene la ventaja de que ya es socio presupuestario de los socialistas en Madrid.
Aragón
El PAR tiene la llave de cualquier alianza
La clara vencedora de los comicios regionales es Luisa Fernanda Rudi y los 30 parlamentarios del PP, pero las siglas que de verdad decidirán quién gobierna son las del Partido Aragonés Regionalista (PAR), que es la llave indispensable para que PP o PSOE sumen la mayoría absoluta necesaria. La ventaja de pactar con el PP es que lleva camino de ser el titular del próximo Gobierno de España, pero el problema es que los populares podrían rescatar en su hipotético retorno a la Moncloa una ley de trasvases, con el Ebro como afectado principal, de la que los regionalistas no quieren ni oír hablar. Si las negociaciones al final favorecen a los socialistas, con Eva Almunia a la cabeza, precisarán de incluir en la ecuación de gobierno también a IU o a la Chunta Aragonesista, o a los dos, para contrarrestar los números del PP.
Asturias
Cascos necesita el apoyo de sus excompañeros
El vencedor indiscutible en el Principado es Francisco Álvarez Cascos y su Foro Asturias, y el Gobierno más probable será el que encabece él mismo y cuente con la sociedad o el apoyo externo de sus antiguos compañeros populares. Cascos y los socialistas son, en apariencia, incompatibles y, además, el PP, a través de su número dos, Dolores Cospedal, hizo ayer ya los primeros guiños y dejó la puerta abierta a un acuerdo con exsecretario general de su partido. Ambas formaciones tendrán que aparcar el duro enfrentamiento que les condujo hace solo cuatro meses a una escisión. Cospedal incluso citó el caso de Euskadi, por lo que el asturiano no tendría por qué ser un Ejecutivo de coalición sino que podría ser un Gobierno monocolor de Foro Asturias con un pacto de legislatura con el PP.
Navarra
Varias posibilidades, pero con Barcina de favorita
El vencedor, una vez más, fue Unión del Pueblo Navarro (UPN), que logró 19 escaños, más del doble que la segunda fuerza, el PSN-PSOE, que obtuvo nueve. No obstante, la enorme fragmentación del voto en el territorio foral hace que, sobre el papel, el partido de Yolanda Barcina pudiese incluso ser excluido del Gobierno. Pero para que esto suceda los socialistas deberían pactar con los independentistas de Bildu y Aralar, algo más que improbable. Todo apunta a que al final se constituirá un Gobierno monocolor encabezado por Yolanda Barcina con apoyos externos, bien estables o bien puntuales, de PSN o PP, o de ambos.