Ernesto Marín (segundo por la derecha), junto a un grupo de compañeros y amigos, celebró la victoria en la sede del Partido Popular. :: JESÚS M. ARAGÓN
22 m | elecciones municipales | chiclana

El PSOE no fue la fuerza política más votada por primera vez en la historia en unas municipales

Chiclana se ha levantado esta mañana con un cambio de rumbo. El PP gana tres concejales y Marín podría gobernar en minoría si el Partido Vecinal no quiere pactar

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Chiclana se ha levantado esta mañana como siempre, ventosa desde hace más de una semana, con el calor pegajoso previo a la inminente llegada del verano, bulliciosa en el centro, asfixiante en las estrechas calles de La Banda por la hora de entrada a los colegios.

Pero la resaca electoral se nota en las caras, en las conversaciones de los bares, en las portadas de los periódicos que hoy se leen con detenimiento.

Anoche Chiclana cambió de rumbo. Por primera vez en la historia, en unas elecciones municipales, el PSOE no fue la fuerza política más votada en la ciudad. Este honor correspondió a su principal rival, el Partido Popular de Ernesto Marín, que obtuvo 11 concejales por los 10 de los socialistas, y casi 1.400 votos más que éstos.

Marín está exultante. En sus primeras declaraciones ante los medios de comunicación, nada más confirmarse que había ganado los comicios superando en tres concejales los ocho que obtuvo hace cuatro años, ya dejaba entrever que se ve como alcalde y que no le importaría liderar la ciudad con mayoría simple, sin descartar cualquier pacto para gobernar con mayoría absoluta.

Aunque anunció que hoy lunes sería un día “para descansar”, los contactos para establecer gobierno comenzarán en breve. Todo apunta a un pacto del PP con una de las otras dos formaciones que han obtenido votos suficientes para estar representados entre los 25 concejales de la Corporación chiclanera. Claves serán sin duda los dos concejales obtenidos por la debutante Ana Rodríguez al frente de IU, pero, sobre todo, los dos que ha logrado con el respaldo de un total de 2.836 chiclaneros, el Partido Vecinal Regionalista, (PVRE). Esta formación surgida en el seno de los propietarios de las viviendas ilegales hace solo unos meses, se ha convertido contra todo pronóstico para muchos en la llave del futuro gobierno municipal, y como aseguró ayer su candidata, podrán “solucionar el problema del urbanismo de Chiclana desde dentro” con un compromiso de transparencia y honradez que firmaron ante notario durante la precampaña.

En el camino quedan, además, varias víctimas colaterales de la guerra de guerrillas en la que se había convertido la política local en los últimos años. Además del nuevo retroceso del alcaldable socialista, José María Román, que vuelve a defraudar las expectactivas de su partido y necesitaría una alianza con IU y PVRE que se antoja bastante complicada para mantenerse en la alcaldía, el más perjudicado, sin duda, ha sido el que fuera azote del PSOE durante años y concejal de Urbanismo con el cuatripartito, José Pedro Butrón. Su aventura independiente junto a Manuel Guerrero en Unidos por Chiclana se ha quedado tan solo en los 889 votos y desaparece de la vida política local. También naufragó la apuesta de Antonio García 'Alemania' al frente de la coalición andalucista.

En los próximos días se verá en qué cristalizan las muchas conversaciones que, como ya ocurriera hace cuatro años, se entablarán entre los partidos. Ayer votaron 31.113 chiclaneros, casi seis puntos porcentuales más que en 2007. La próxima Corporación municipal estará compuesta por Ernesto Marín, Nicolás Aragón, Andrés Núñez, Ascensión Hita, María Luisa Guerra, Stefan Schauer, José Manuel Lechuga, Agustín Díaz, María Eugenia Fernández, Ana María Bertón y Diego Rodríguez por el PP; José María Román, Manuela Moreno, Jerónimo Andreu, Cándida Verdier, José Manuel Vera, Josefa Vela, Antonio Pérez, Francisca Guerrero, Joaquín Páez y José Luis Piñero por el PSOE, Marisol Ayala y Tomás Serrano por el PVRE y Ana Rodríguez y Roberto Palmero por IU.

Gana el PP y los dueños de las viviendas ilegales consiguen la llave del gobierno

El Partido Popular fue el triunfador de la jornada en Chiclana a pesar de que el PSOE quiso dejar todos los cabos atados antes de las elecciones para asegurarse el Consistorio. Muy mal le tenía que ir la jornada en las urnas para no poder fraguar un pacto con otros partidos minoritarios y simpatizantes. Pero a los socialistas les fue el día peor de lo que esperaban. Los chiclaneros hicieron el reparto de poderes de la siguiente forma: 11 concejales para el PP, 10 para el PSOE, dos para el Partido Vecinal Regionalista (PVRE) y otros dos para IU.

Y así se selló una victoria popular que era impensable hace cuatro o cinco años. El cabeza de lista, Ernesto Marín, resumió la trayectoria de su agrupación en los últimos años al decir «cogí un partido muerto y lo hemos resucitado». Pero mientras los populares brindaban por su victoria, todos los ojos se volvieron hacia el Partido Vecinal Regionalista (PVRE), encabezado por Marisol Ayala. Esa pequeña agrupación (con poco más de 300 militantes), que se inscribió en el registro de partidos a principios de este año para representar los intereses de los dueños de las viviendas irregulares, consiguió con sus dos concejales la llave para gobernar la ciudad. Ayala no se podía creer el éxito de su agrupación. «Solucionaremos el problema de las viviendas ilegales desde dentro», apuntó la cabeza de lista del PVRE, de quien se cuenta que no tiene demasiada afinidad ni con PP ni con PSOE. Muchos apuntan a que este grupo clave puede ir pactando en cada uno de los temas que se debatan, para obtener mayor rentabilidad a sus votos. De cualquier forma, el PVRE se convierte en el primer partido minoritario que consigue representación en el Consistorio chiclanero desde que se inauguró la democracia española.

En Chiclana ya se cuenta con experiencia en pactos imposibles. Todo el mundo recuerda en la ciudad el cuatripartito, y lo mal que acabó. Y, a pesar de esto, todos daban por sentado anoche que José María Román intentaría llegar a acuerdos con los dos partidos minoritarios; IU y PVRE. De ahí que aún no se descarte del todo la posibilidad de que el PSOE pueda pactar con Izquierda Unida y con el PVRE, aunque es mucho más probable que este último pactara con el PP.

Los perdedores

Los preacuerdos que el PSOE tenía casi cerrados con la representante de Izquierda Unida (IU), Ana Rodríguez, quien es cargo de confianza de Román desde hace un par de años, se han quedado en el cajón. Aunque la representante de lista estaba muy contenta ayer. También queda en el olvido el posible acuerdo con la coalición andalucista (PA-PSA-EP-AND), representada por Antonio Alemania. En las últimas municipales, Alemania compuso el himno socialista en Chiclana y todo apuntaba a que las buenas relaciones cristalizarían en un pacto, si los andalucistas conseguían algún concejal. Otra frustración.

Los que ya han caído totalmente en el olvido, la menos hasta dentro de cuatro años, son las seis agrupaciones que luchaban por una concejalía en el Ayuntamiento de Chiclana: la mencionada coalición andalucista, UPCH, UPyD, DIPA, AUNA y PAUTIE. En esta ristra de partidos que no han conseguido representación destaca el del antiguo edil de Urbanismo, Butrón, quien encabezaba la lista de UPCH junto a Guerrero.