La revolución pacífica
Actualizado: GuardarEl país y, sobre todo, los más jóvenes han terminado su letargo. Ha durado demasiado tiempo. Hacía más de diez años que no veía una movilización como la que surgió el 15-M. Me llena de ilusión ver las plazas llenas de gente que discute, habla y dialoga sobre las situación actual. No podemos aguantar más. Esta revolución pacífica que ha estallado como esa gota dque colma el vaso de la paciencia debe ser interpretada como un serio toque de atención a la clase política. No podemos continuar asfixiados por intereses y paro. .