Editorial

Política de empleo eficaz

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Según datos del INE (Instituto Nacional de Estadística), los servicios públicos de empleo -el antiguo INEM- solo intermediaron en 2010 un 2,4% de los nuevos contratos, cuatro décimas menos que un año antes. El fracaso del modelo viene de antiguo, pero ahora, con más de cuatro millones de parados registrados, la situación se ha vuelto insostenible. Tardíamente, el Gobierno autorizó mediante un decreto que entró en vigor a finales de 2010 la existencia de agencias privadas de colocación sin ánimo de lucro, que están a punto de salir a la luz. Una treintena de ellas, con pretensiones de actuar en todo el Estado, está gestándose, y las primeras podrían empezar a funcionar de inmediato (las de ámbito regional deben ser autorizadas por la consejería autonómica correspondiente), en cuanto se resuelvan algunos problemas de acceso a la información disponible. Es urgente que la maquinaria privada se ponga en marcha ya que el naufragio del sector público en este ámbito es tan estrepitoso que quien gane las próximas elecciones generales tendrá que plantearse suprimir unos servicios muy onerosos para el contribuyente y que no poseen la productividad mínima que justifique su existencia.