Economia

Los Servicios Públicos de Empleo, cada vez menos efectivos

El antiguo INEM solo intermedió a lo largo de 2010 un 2,4% de los nuevos contratos, cuatro décimas menos que un año antes

MADRID. Actualizado: Guardar
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Los españoles que buscan trabajo y tienen la suerte de encontrarlo alcanzan su meta gracias a los tradicionales métodos del envío de su currículum, el contacto a través de un conocido, el 'boca-oreja', o las ofertas de los periódicos e Internet. Menos efectivos son los Servicios Públicos de Empleo. Según una encuesta del Instituto Nacional de Estadística (INE), el antiguo INEM solo intermedió durante el año pasado un 2,4% de los nuevos contratos. Una cifra evidentemente baja y preocupante si se tiene en cuenta que supone, además, una caída de cuatro décimas respecto al ejercicio 2009.

El dato surge de una estadística que desbroza algunos aspectos poco conocidos de entre la información que se recoge en cada oleada de la Encuesta de Población Activa (EPA), y que atribuye también a las Empresas de Empleo Temporal (ETT) un 3% de las intermediaciones exitosas de 2010, el mismo ratio que un año antes. A la luz de tan pobres números, el Ejecutivo ha abierto una tercera vía para fomentar la intermediación y tratar de acelerar o facilitar la contratación, la de las agencias privadas de empleo.

La reforma laboral del pasado verano dio soporte legal a estas firmas, cuya principal característica es que no tendrán ánimo de lucro, y no cobrarán por sus servicios ni al buscador de empleo ni al empresario. Sus ingresos llegarán de la mano de los convenios que firmen con las administraciones, con las que podrían compartir bases de datos. Cualquier excedente económico que pudieran obtener lo invertirán en su propio funcionamiento.

El decreto que las regula entró en vigor a comienzos de año, y la secretaría de Estado de Empleo ha recibido ya más de una treintena de solicitudes. A falta de un mayor recorrido, es previsible que estas agencias del denominado 'tercer sector' se encarguen de manera prioritaria de intentar buscar una salida profesional a aquellos colectivos que por los cauces tradicionales sufren más problemas para encontrar empleo. Aún se sabe poco de ellas, pero, a la fuerza, deberán de ser más competitivas que lo conocido hasta hoy. La estadística del INE trata otros muchos asuntos y desvela, por ejemplo, que el 70% de los ocupados tienen jefes por encima de ellos pero ningún subordinado. En el caso de las mujeres, ese porcentaje de eleva al 77,7%. El 9,9% de los trabajadores es independiente (ni jefes ni subordinados); el 6,8%, encargado; el 6,9%, director de empresas pequeñas o sucursales (aquí la distancia entre sexos es del 4,4% frente al 8,8%, siempre en detrimento de las féminas) y el 5,7%, mando intermedio.

El informe explica también que el 51,8% de los parados que dejó de trabajar en 2010 lo hizo porque su contrato terminó pero su empresa no se lo renovó. El teletrabajo, otro de los aspectos tratados, no encuentra aceptación en España, donde solo un 3,8% de los ocupados trabajó en su casa más de la mitad de los días del año. Una de cada tres personas (el 34,9%) trabajó al menos un sábado al mes, ocho décimas más que en 2009. Un 15,4% acudió a trabajar dos o más domingos cada mes, ratio también ocho décimas superior al de un año antes.

También la dependencia tiene su hueco en el informe, que afirma que 361.800 personas trabajaron el año pasado a tiempo parcial para poder cuidar a sus dependientes, lo que supone un descenso 3,3% respecto a 2009. Esta dedicación a mayores y enfermos a costa de un menor salario recayó casi en totalidad sobre los hombros de mujeres. El 60% de ellas denuncian que no hay servicios adecuados para la atención necesaria o, sencillamente, que si los hay no pueden pagarlos.