Una fianza millonaria libera a Strauss-Kahn

Al segundo intento, los abogados del exdirector gerente del FMI lograron ayer que un juez de Manhattan concediera la libertad bajo fianza al exdirector del FMI, Dominique Strauss-Kahn, quien podrá abandonar la dura prisión de Rikerds Island, donde estaba encarcelado desde el pasado lunes. Para el político francés no deja de ser un alivio momentáneo porque justo a las mismas horas un gran jurado de Manhattan lo acusaba formalmente de los cargos presentados por la fiscalía por abusos sexuales e intento de violación de una mujer de 32 años.

De momento, Strauss-Kahn tendrá que pagar un millón de dólares para su puesta en libertad y aportar otros cinco como aval. Además, llevará una pulsera electrónica que controle sus movimientos, y estará sometido a vigilancia a través de cámaras de vídeo las 24 horas del día. La próxima audiencia del caso ha sido fijada para el próximo 6 de junio.

La decisión ha sido tomada en contra de la oposición frontal de la fiscalía, que insistió en que el acusado «tiene buenas razones para huir». «Su salida de la escena del crimen» fue inusualmente rápida. Otro de los fiscales alegó la «propensión a una conducta criminal impulsiva» del sospechoso. Aunque sus letrados se mueven con celeridad para pagar la abultada fianza, el exjefe del Fondo pasará también en la cárcel de Rikers Island.

Sobre la acusación formal contra él realizada por un gran jurado, la fiscalía no ha especificado el número de cargos considerados aunque precisó que las pruebas en su posesión son «suficientemente sólidas». La demanda criminal abarca siete cargos, incluidos asalto sexual, intento de violación, varios grados de abuso sexual y retención ilegal.

Con tantos frentes abiertos, Dominique Strauss-Kahn anunció ayer su dimisión como director gerente del Fondo Monetario Internacional. En una carta al Consejo de Dirección del organismo, Strauss-Kahn asegura que abandona el cargo «desde la más infinita tristeza». El hasta ahora líder del FMI también ha aprovechado su comunicado para defender su inocencia ante la acusación de agresiones sexuales a una limpiadora del hotel de Nueva York en el que se alojaba. Strauss-Kahn ha afirmado que niega «con la mayor de la firmeza» todos los cargos.

En la sala del tribunal donde se dirimió el asunto de la fianza, su esposa, Anne Sinclair, llegada desde París, daba la mano a una de las hijas de él, Camille. Todos parecían muy afectados por el escándalo mientras dentro y fuera del edificio se amontonaban centenares de periodistas, cámaras de televisión y fotógrafos de todo el mundo.

Sobre la posibilidad aludida por la Fiscalía de que Strauss-Kahn huya de Estados Unidos, un país con el que Francia no tiene tratado de extradición, uno de sus abogados insistió en que su cliente «no querría huir del país y quedar ante los ojos de todos como un agresor sexual, porque no lo es».

DSK, que fue detenido el sábado en el aeropuerto neoyorquino John F. Kennedy cuando se encontraba en un avión a punto de salir con destino a París, ha acordado asimismo entregar sus documentos de viaje de Naciones Unidas para que las autoridades se aseguren de que no puede abandonar el país.

La petición de la defensa para lograr su salida en libertad bajo fianza incluye numerosos aspectos que no se contemplaron el lunes, cuando una jueza neoyorquina negó esa posibilidad después de ser imputado de siete cargos por abuso sexual e intento de violación que conllevan penas de 3 a 25 años de cárcel cada uno de ellos.