AL PALO

FELIZ LIBERACIÓN

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El deporte base de la ciudad ha sido una tradicional herramienta de debate y promesas. Lo más negativo son los padres y madres convertidos en jauría violenta para espolear a sus herederos a ser 'Messis' a toda costa, y que contrastan con otros padres y madres abnegados en la cultura general de la práctica deportiva, como complemento educativo. La actitud de los primeros ha generado actitudes agresivas, violentas, convirtiendo los campos en 'escuelas de contra-valores'. Por fortuna, no es la norma general, sino excepciones que hacen demasiado ruido. También son excepcionales actitudes de entrenadores que apuestan por el deporte, sin resultadismo y sin prosa poética en el discurso. Como muestra, un botón, el equipo cadete del Liberación CF, entrenado por José M. Pérez Herrera, con Álvaro Coca como preparador físico y Fran Saborido y Dani Moreno como asistentes, uno en la parcela técnica, y otro como delegado. En la primera provincial han logrado un tercer puesto, compartido con Algeciras a 57 puntos. Noticia que no abre portadas, claro. Porque no es tanta noticia la actitud, el talento y el trabajo discreto. Clubes de mayor presupuesto, estructura y medios (Balón de Cádiz, Portuense, San Fernando.) claudicaron ante estos pupilos del club en el que naciera el internacional Güiza. La armonía de un vestuario, con un buen director de orquesta en el banquillo, se traduce en goles (71 a favor). Pérez Herrera, entrenador que en su día fuera jugador de base del Xerez, asume que hay que administrar la euforia de empatar con clubes con instalaciones y presupuesto, y que hay que tener humildad para reconocer carencias y para respetar al contrario. Dice que «el triunfo personal llega a través del triunfo colectivo». No ha copiado a Guardiola, simplemente es una actitud ante la vida. Los equipos de barrio también tienen método: creer en un reto, esfuerzo-recompensa y respeto. Los jóvenes interpretan una idea feliz del fútbol, la de su entrenador. Y felicidades también al resto de equipos de base que vieron recompensados sus esfuerzos con honradez.