Mel Gibson habla a través de un muñeco en el filme de Foster. A la izquierda, Aki Kaurismaki. :: REUTERS
Sociedad

Jodie Foster pone a Mel Gibson en terapia

La directora enfrenta al conflictivo actor a su papel más complejo

CANNES. Actualizado: Guardar
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En su tercera película como directora, 'El castor', Jodie Foster se sumerge de nuevo en las relaciones familiares. El filme se estrenó ayer fuera de competición en Cannes, un certamen que la actriz considera como su casa, ya que Foster creció en Francia y tiene en París su segunda residencia. La película es una muy arriesgada mirada a la depresión y cómo un muñeco de castor puede salvar a un hombre del suicidio. Lo protagoniza su amigo Mel Gibson,al que Foster, que interpreta al personaje femenino, ha rescatado de los infiernos en el momento en que Hollywood le ha vuelto a espalda. La terapeuta Foster no sólo explica como un peluche puede ser el mejor antídoto contra una depresión, sino que también ella misma hace por su amigo Mel -su amistad perdura desde los tiempos en que ambos protagonizaron 'Maverick'- mucho más que cualquier psicólogo.

La película sigue a un empresario juguetero sumido en el negro pozo de la depresión. No habla con su mujer, que quiere la separación, ni con sus hijos. Todo le va mal y se plantea el suicidio. Sin embargo, en un último minuto rescata de la basura el muñeco de trapo de un castor, al que metiéndole la mano dentro puedes mover. Y decide hablar a través del peluche. La marioneta contará todo aquello que a él le es imposible expresar.

Hubiera sido fácil caer en el ridículo. Sin embargo, Jodie Foster, en un delicadísimo equilibrio, salva el tipo. Por su puesto contando con la colaboración de Mel Gibson, en el trabajo más arriesgado de su carrera, que debe interpretar su personaje con un muñeco en la mano y utilizando dos voces y dos formas de expresarse, la propia y la del castor. La película, con todo, se ha dado un batacazo en la taquilla americana y los aplausos en Cannes no pasaron del compromiso. A las pantallas españolas llega el 27 de mayo.

«El protagonista puede elegir entre condenarse a muerte, suicidándose, o condenarse a vivir. Su enfermedad es un fenómeno real que se basa en una ruptura sicológica que se origina en una depresión profunda. El mensaje que tal vez se debe retener es que no debemos estar solos en la vida», aseguró Foster en una rueda de prensa sin Gibson, que no acudió al encuentro con los medios pero sí al paseíllo posterior por la alfombra roja.

Kaurismaki comercial

«Sabía que Mel se sentiría muy bien trabajando conmigo. Aceptó exponerse a algo que conoce muy bien: la pelea. Hablamos mucho durante el rodaje. Para él, hacer esta película fue algo muy importante. Sé que está muy orgulloso», alabó la cineasta.

En competición, lo más destacado fue 'Le Havre', una comedia del finlandés Aki Kaurismaki situada en la ciudad portuaria francesa. Allí se ha exiliado un escritor bohemio que ejerce su honorable pero poco lucrativo trabajo de limpiabotas. Ha aceptado renunciar a su ambición literaria y lleva una vida satisfactoria. Un día se encuentra a un niño inmigrante originario del África negra, que acoge en su casa. Pronto se verá enfrentado al cerco policial que se estrecha sobre el joven refugiado. La habilidad de Kaurismaki es la de hacer una comedia con esta base, que parecería mucho más propia de un drama. Grandes aplausos para la que sin duda es la película más comercial del finlandés, que se presentó en la conferencia de prensa fumando -tan prohibido en Francia como en España- y acusó a los políticos de no solucionar el tema del maltrato a los inmigrantes en Europa. «No hacen nada porque nunca salen de los hoteles ni se bajan de los Mercedes».