Otra deserción en el régimen libio plantea dudas sobre su futuro

Las malas noticias se le acumulan a Muamar Gadafi. Después de que el fiscal de la Corte Penal Internacional ordenara su arresto por crímenes de lesa humanidad y la OTAN, que ya ha matado a uno de sus hijos y a varios nietos, atacara ayer varios edificios gubernamentales en Trípoli, un nuevo alto cargo del régimen ha desertado. Se trata del ministro de Petróleo, Chukri Ghanem, hasta ahora uno de los dirigentes más influyentes de la camarilla de Gadafi, que se ha refugiado en Túnez.

Ghanem, cabeza de las finanzas del dictador, es una de las personas a las que el Tesoro estadounidense había impuesto sanciones económicas. Presidía la Corporación Nacional de Petróleo de Libia (NOC, por sus siglas en inglés), y representaba al país en las reuniones de la OPEP. El exministro se encontraba ayer en la isla tunecina de Yerba, después de haber cruzado por la frontera terrestre en el oeste libio, según dijeron a Efe fuentes gubernamentales de Túnez.

Su deserción, con la guerra civil muy avanzada, plantea muchos interrogantes, ya que es difícil saber si ha decidido abandonar el barco cuando las cosas se han puesto difíciles o si, por el contrario, lo ha hecho en cuanto ha tenido la oportunidad. Si fuera este el caso, no es descartable que otras figuras del régimen quieran también abandonar a Gadafi pero que no lo hayan hecho hasta ahora por miedo.

Ayer también se tuvieron noticias de Manu Brabo, el fotógrafo español detenido en Libia junto a otros tres periodistas. El portavoz del Gobierno libio, Musa Ibrahim, aseguró a la agencia AP que los cuatro serían liberados entre el día de ayer y el de hoy, después de haber pasado ante el juez. Los reporteros, que fueron capturados a principios de abril, han sido acusados, al parecer, de «entrar al país de forma ilegal». La mayor parte de los periodistas que cubren el conflicto libio, especialmente si lo hacen desde el bando rebelde, han entrado sin visado desde la frontera con Egipto.

El ministerio de Exteriores español recibió ayer la noticia con «cautela», y reiteró que el 'número dos' de la embajada de España en Trípoli sigue haciendo gestiones para que Manuel Varela de Seijas Brabo, conocido profesionalmente como Manu Brabo, regrese cuanto antes.

Después de más de tres meses de conflicto, la situación en Libia sigue estancada. Ayer la ONU anunció que intenta conseguir una «pausa humanitaria» para poder desplazar ayuda, medicamentos y alimentos a las zonas de combate. El organismo ha mantenido conversaciones «muy productivas» tanto con las autoridades de Trípoli como con las de Bengasi.