La política salta al césped en Nueva Jarilla

No hay combinación más eficaz, para exaltar los ánimos, que mezclar el fútbol y la política. En Nueva Jarilla, estos días de campaña, se habla (y mucho) de ambas cosas. El Athletic (tres ascensos en cuatro años) ha ido a perder la categoría justo en el arranque del periodo electoral. El problema es que, según a quien se le pregunte en el pueblo, no ha sido sólo por deméritos deportivos. El presidente del club, Jesús Lozano, exmilitante socialista y reconocido discrepante con el candidato, culpa al alcalde de boicotear al equipo «hasta el último momento». El regidor, Javier Contreras, del PSOE, achaca el desastre exclusivamente a su incompetencia.

La crónica de lo sucedido es más o menos la siguiente. La Federación remitió un fax advirtiendo que Jonay, sancionado, no podría participar en el encuentro decisivo frente al Guadalcacín. Pero el Consistorio y el club comparten el mismo número. El documento no llegó a manos de la directiva. El Athletic dejó jugar a Jonay. El Guadalcacín reclamó alineación indebida, se llevó los tres puntos y condenó al Nueva Jarilla. Para Lozano, Contreras actuó con premeditación, porque le ordenó a los empleados municipales que todo lo que llegara para el equipo se le entregara en mano». «Ha conseguido lo que quería: hundirnos». El alcalde se defiende aduciendo que «cualquier presidente serio sabría que no se puede hacer lo que Lozano hizo». Y añade: «Un alcalde no puede estar pendiente de lo que entra en el fax. Era responsabilidad del club estar atento».

Pero detrás de la polémica hay un vivo trasfondo electoral. Según admite Lozano, poco antes de los comicios de 2007, lideró a un grupo de críticos del PSOE que se oponían «a que un candidato con actitudes dictatoriales» representara al partido. La disputa se solventó en una votación que ganó Contreras. «A partir de ahí, el alcalde no me olvida», dice el presidente. «Aunque pueda perjudicar con sus actos a todos los aficionados de Nueva Jarilla».

Para colmo, Lozano sonó como cabeza de lista de Unión Rural, y el resto de los partidos que concurren a las elecciones también lo han tentado para que fuera en sus candidaturas. Juan Jesús Bernabé, alcaldable por el PSA, señala: «Todo esto viene de las viejas discrepancias que hubo entre ambos cuando estaban en el PSOE, pero la verdad es que la guerra entre el Ayuntamiento y el club no beneficia a nadie». Lozano, por su parte, anunció ayer que presentaría su dimisión ante la junta directiva. Ningún árbitro podrá determinar si hubo juego sucio... fuera del campo.